Cuatro ayuntamientos del estado firmarán convenios de colaboración con la Comisión Nacional de Derechos Humanos para implementar programas y proyectos relacionados con el tema. Esto, tras la aprobación de la diputación veracruzana, que dio el visto bueno.

De esta manera, funcionarios y servidores públicos de Boca del Río, Cuitláhuac, Los Reyes y Tlacojalpan podrán establecer mejores políticas públicas en beneficio de la sociedad de esos municipios.

“La formalización de los convenios facilitará el cumplimiento de dicha atribución, fortaleciendo las bases para establecer, en su caso, políticas públicas, disposiciones y lineamientos generales en su ámbito de competencia, orientados a la difusión, el respeto y la defensa de los derechos humanos.”

No está de más considerar las opiniones y argumentos de los órganos especializados y mantener una permanente actualización sobre todo lo relacionado con la esfera pública. Porque de ella, y de quienes se encargan de ejecutarla, depende nuestra tranquilidad como individuos y sociedad.

De ahí, que en un comunicado oficial se nos informe sobre el alcance que pretende tener los mencionados ayuntamientos mediante los convenios de colaboración:

“El objetivo general de los acuerdos es desarrollar con el organismo público autónomo acciones de capacitación, difusión y formación de servidores públicos en materia de seguridad pública, procuración de justicia, prevención del delito y desarrollo social, para analizar la problemática actual y proponer líneas de acción.”

Ojalá este tipo de actividades se extienda a los ayuntamientos restantes y dependencias estatales, porque vivimos momentos de cierta tensión y a veces la información precisa y adecuada puede ayudarnos.

No basta con ser denotativamente un “Estado de Derecho”. Es necesario ser un Estado de Justicia, porque las leyes por sí solas no sirven, cuando no hay participación de todas y todos. Un país con muchas leyes es un país con poca justicia y una sociedad proclive a vivir bajo los principios de la ley de la selva.

Respetar a los demás es el principio del respeto a uno mismo. No importa en qué ámbito personal o profesional nos movamos. Es necesario cambiar de hábitos y actitudes sociales.

Es cosa común ver cómo la gente no nos respeta. Basta ver automóviles sobre las banquetas, vehículos estacionados en espacios reservados para personas con discapacidad, violentar el orden de la fila en la que estamos formados o favoritismo para “agilizar” los trámites.

Corrupción de maestras y maestros para mejorar las calificaciones de los alumnos, “recomendados” en las escuelas públicas de mayor prestigio. Buscar “palancas” para solventar o evadir los problemas legales… En fin, si nos damos cuenta, la deshonestidad y violación a nuestros derechos es el pan nuestro de cada día.

Por eso la importancia de los convenios que realizarán las ayuntamientos con la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Pero lo más importante es que aprendamos a vivir y convivir en sociedad. Sería un buen principio, ¿no cree?

Por hoy es todo, gracias por su atención y nos leemos en la próxima entrega.