La Identidad Nacional es una conciencia social que da sentido de equivalencia y pertenencia del individuo y su comunidad con el Estado Nacional, y se diferencia de otros Estados, afirmando su unión o independencia ante otras comunidades, en función de rasgos específicos; la fuerza integradora fundamental de esta unión es su historia común, reforzada mediante estructuras políticas, económicas y sociales.
Al respecto, Raúl Béjar Navarro define la identidad como: “La sensibilidad afectivo-emocional que produce el apropiarse del pasado, del presente y del futuro de una nación; el correr su misma suerte histórica y que pudiera describirse como orgullo de ser parte de esas experiencias colectivas de la cultura y de la vida en grupo, sean positivas o negativas y de expresarlas como un conjunto de actitudes de solidaridad y de lealtad a los símbolos de la unidad colectiva del grupo nacional”.
En este orden de ideas, la Identidad Nacional no sólo alude a los rasgos físicos que distinguen a los pueblos; en efecto, para que un pueblo pueda constituirse en nación requiere delimitar su espacio geográfico en el cual manifieste en distintas expresiones su cultura, sin embargo, la conciencia de identidad nacional se enraíza en los aspectos moral y espiritual del ciudadano, lo que es soporte y cimiento de la integridad territorial.
La nación llega a ser más completa e internamente más homogénea cuando la comunidad comparte la historia, las tradiciones, la religión y las costumbres, pero sobre todo, por la conciencia que tienen sus componentes de pertenecer a un grupo, a una sola familia, de estructurar un todo, con características únicas con respecto a los demás agregados sociales que constituyen el resto de las naciones.
La Identidad Nacional como proceso de integración en un país, es un asunto ligado al nacionalismo, concepto que se acuñó como fenómeno histórico durante el siglo XVIII, en las naciones europeas en proceso de transformación, que dio como resultado el surgimiento del Estado Moderno.
La Identidad Nacional como proceso de integración en un país, es un asunto ligado al nacionalismo, concepto que se acuñó como fenómeno histórico durante el siglo XVIII, en las naciones europeas en proceso de transformación, que dio como resultado el surgimiento del Estado Moderno.
Se entiende por nacionalismo, la lealtad y el compromiso empeñados en defensa de los intereses de una nación, que suelen expresarse principalmente en la disposición para defender su honor, valores culturales, autonomía y la integridad territorial frente a cualquier amenaza externa, valores nacionales que implican por definición, una determinada concepción de la nación y de la Identidad Nacional como fundamentos de la lealtad y el compromiso empeñados.
La preocupación del nacionalismo entonces es la de crear a la nación, siendo ésta, la forma de hacer convivir a las culturas diferentes bajo los mismos valores y proyecto de sociedad. Es posible afirmar que la construcción de la identidad nacional se complementó con la integración de los mitos y símbolos, que son una serie de rituales que permiten la generación de lazos de identidad entre la nueva nación. La mexicanidad entonces es un proyecto de nación, un proyecto del nuevo Estado independiente.