No sé cuántos jarochos prósperos hay, no sólo en este gobierno, sino desde Miguel Alemán, por citar algunos sexenios. También dicen que el dinero, el amor y otra cosita ¡ay arriba y arriba! dijera la Bamba, no se pueden ocultar.
Por eso, vemos la prosperidad a flor de piel en muchos políticos que de la noche a la mañana son empresarios en diversas ramas, desde constructores hasta restauranteros.
Ya por ahí citan a Gina Domínguez que es dueña de un café, restaurante y hasta le achacaban un negocio de artesanías.
Ya por ahí citaban a Corintia Cruz Oregón como dueña de un restaurante en Monte Magno, zona residencial de los prósperos…
¡Vamos! Hasta a Elizabeth Morales igual involucraron en negocios culinarios que no me constan.
Si diéramos crédito a estas versiones, hablaríamos de Jarochas Prósperas…
II
Efraín Texcahua Fernández. Quizá el nombre no le diga nada. Sin embargo, su nombre ha de sonar el próximo año fuerte en Quintana Roo. ¿Por qué? porque en la secretaría de Economía federal les gustó un programa en Veracruz que ha demostrado ser efectivo: La Jarocha Próspera.
Cierta ocasión, estando en Córdoba las autoridades de Economía, vieron la tienda cuyas características resaltaban por sobre las demás. La visitaron y allí se encontraron con Efraín Texcahua, padre soltero, quien al ser cuestionado por los visitantes, empezó a platicar de los beneficios que había logrado con el programa “La Jarocha Próspera” a tal grado, que de ser dos personas las que atendían su local, ahora contrataron a cuatro más, duplicaron sus ganancias y por supuesto, le dieron un vuelco enorme a la presentación de su establecimiento.
Por ello, a partir del próximo año, este programa con patente en Veracruz, será “nacionalizado” y más porque lleva una palabra clave que el presidente, en su segundo informe, resaltó: Próspera… bueno, Peña Nieto la dice sin acento.
III
Dice Javier Duarte de Ochoa, en entrevista con Milenio, que Veracruz ha de convertirse en el Houston de Latinoamérica ahora que la Reforma Energética es un hecho, pues se espera la cantidad de inversionistas no sólo de Estados Unidos y Brasil que ya están cantados para aterrizar lo más pronto posible en Veracruz, sino que se esperan empresas de Europa, como Alemania y Asia, de la India.
Es más, el reportero o reportera, no recuerdo, pone en boca de Javier Duarte de Ochoa que Veracruz ha de convertirse en el Arabia Saudita del Golfo…
Por supuesto, de inmediato nos avocamos a investigar a qué Golfo se habrán referido en esa entrevista: ¿Carlos Romero Deschamps, acaso?
Realmente no sé si Veracruz llegue a convertirse en un Houston jarocho o en una Arabia Saudita, pero el optimismo que reina en el Gabinete estatal es que nuestro estado se convierta en la Capital Energética del País…
Vamos, en pocas palabras, siempre he pensado que Veracruz es una tierra generosa para todos. Tan es así que la prosperidad la pueden alcanzar nuestros funcionarios o gente como Efraín Texcahua, ícono auténtico de la cultura del esfuerzo, que es capaz de hacernos diferenciar cuando un veracruzano como él se pone abusado o cuando nuestros funcionarios se vuelven abusivos…
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