Entiendo la protesta. Entiendo el dolor. No entiendo el disfrute de quienes festejan que se haya apagado la antorcha de los Juegos Centroamericanos por el modo en que se dio.
Quizás entendería si un fuerte viento la hubiera apagado…
Quizás entendería si quien la porta estornuda y la apaga con un salivazo…
Quizás entendería hasta si la persona que la lleva, tropieza y cae y con ello, extingue la flama…
Quizás entendería si el portador celebra su cumpleaños y una forma de festejarlo es soplándole a la antorcha como si fuera velita…
Digo, la risa a veces nace del absurdo, como cuando vemos que a un hombre el viento le vuela el sombrero y corre tras de él para atraparlo; o cuando pongo que Javier Duarte de Ochoa no usa pantalones, sino “panzalones”; o decirle al secretario de Gobierno “Fiderick Lagos”, por la hechura que lo acompaña… es un absurdo y el cerebro reacciona cuando se rompe toda lógica con una carcajada o una risa…
Pero cuando la risa, el gozo, el disfrute nace de una agresión como cuando con agua y cerveza apagan la antorcha, me resulta muy difícil entenderlo… digo, yo no lo entiendo, pero es seguro que quienes se rieron, sí, sin que les haya importado que quien porta la antorcha no tiene culpa alguna de las razones de su protesta para recibir un baño de agua y cerveza.
II
Falta un día para que inicien los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Tengo visita de familiares del DF. Realmente están fascinados ante la oportunidad de disfrutar de algunos eventos… en lo particular, los deportes los disfruto sentado en la sala de mi casa y más si es futbol; todavía mejor si juega el América.
Lo increíble: Las manifestaciones en el centro de la ciudad no hacen mella en las intenciones de mis parientes por conocer Xalapa… están acostumbrados a ellas… incluso, bromean que en el DF hacen horas/nalgas en el carro cuando hay embotellamientos y lo que viven aquí, realmente es pan comido.
Tampoco les espanta la seguridad en torno a los Juegos; se sienten más tranquilos. En el centro del DF ven polis en cada esquina, sea a pie o en patrullas.
Les fascina Xalapa, les fascina salir a Veracruz… y me rompen la madre a mí porque yo quiero estar en casita descansando… “eres el anfitrión”, me dice la Mujer… y sí, ahí me tienen, poniendo mi mejor cara a pesar de la madriza que me llevo trabajando entre semana…
¿Así se sentirá Javier Duarte? Digo, hablo de las madrizas que le ponen en las redes sociales, ante las manifestaciones de estudiantes y pseudoestudiantes, ante la serie de críticas adjetivadas o con fundamento… y ahora que inician los Juegos tiene que poner su mejor cara… como yo…
Próxima parada: ¡El velódromo! ¡Quieren conocer el velódromo! Y si pensaban que me salvé de Ricky Martin porque este fin de semana mis parientes tienen que salir al DF de nuevo, se equivocan… ¡me chingué! la Mujer quiere ver al boricua… ¡Chingaos! ¡Qué tiene Ricky Martin que no tenga yo!
III
Domingo. Ya vamos de regreso para la Atenas Veracruzana, cuando dicen: “Pasemos a tomarle una foto a Santi”, en la Plaza de la Soberanía…
Volteo, veo a Santiago. Viene bien dormido… en mis pensamientos digo: “Ya me salvé”, pero la Mujer se estaciona… ¡no es la única! Hay varios carros particulares estacionados y veo el “Veracruz” multicolor con parejas tomándose fotos, con madres poniendo a sus hijos a posar… algunos escogen una letra… ¿la Zeta? ¡Qué señora tan rara! Para eso, ya despertaron al sobrino de dos años y cacho que no alcanza a entender qué madres sucede en la cabeza de la mujer, de la suegra y de la cuñada…
Me dan la cámara y disparo una, dos, tres, cuatro veces… Harry pasa al escenario; la suegra también; la cuñada, el sobrino; ¡pus qué chingao! ¡yo también me tomo la foto! Me cuelo entre los huecos de las letras y mi perro también… ¡nos apropiamos del “Veracruz” multicolor! mientras que, a prudente distancia, parejas y familias que se acercan a tomarse la foto, esperan pacientemente…
Subimos al carro con las fotos de todos entre letras multicromáticas rumbo a Xalapa… es increíble, me maravilla cómo algo tan simple como son esas letras de colores hagan un buen momento para recordar la estancia en Veracruz… me dice la mujer que aquí en Xalapa igual pusieron un “Veracruz 2014”… ¿y para eso fuimos al Puerto?
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