Son vacaciones y lo único en que pienso es descansar… ya no Minigubernatura… tampoco candidatos… intento no preocuparme de estas cosas y pensar en otras más simples y ligeras pero que no sea qué preparar de cenar este 24 de diciembre.
No hay cosa más detestable para mí que ver a la mujer preparando una rica comida o una suculenta cena… y es que tiene don la señora en el arte culinario ¡y no es albur! ¡Dios! ¡Me encanta su lasagna, sus empanadas argentinas, sus espárragos y lo que me mata: La sopita! pero detesto verla en la cocina.
¿Por qué? la razón es muy simple. Prefiero sacrificar sus platillos, comprar una pizza, destapar una botella de vino, y pedirle que se siente a mi lado para ver una película…
II
Pero a pesar de ello, lo que es el 24 y 31 de este mes, no me libro de verla envuelta en una nube de incertidumbre mientras piensa en qué demonios preparar de cenar para esas noches… y me pregunta si quiero pierna (claro que sí, pero no puedo evitar en pensar en las suyas); que si quiero ensalada, que si quiero gelatina… y a todo le digo que sí, aunque al final de cuentas salga con otro platillo que de última hora se le antojó… y uno tan simple que se conforma con un simple sanwichón y ponche o coca…
Aunque me imagino que muchas familias han de estar ya planeando esa noche… y no dejo de acordarme de José Luis Santiago López y su esposa Yesenia Ábrego, quienes hace muchos años decidieron compartir su cena de navidad haciéndola de Santa Claus de los pollos… y allí surgió el Pollotón, hoy convertido en una especie de programa político barato retomado por algunos ayuntamientos.
III
¿Nuestros políticos sufrirán pensando en qué van a cenar esta navidad?
La verdad, preparar la cena debe ser harto difícil para nuestros políticos. ¿Se imaginan al Cisne comiendo Pavo? ¿o Miguel Ángel Yunes Linares devorando Chuleta cuando dice Paco Vicente que le cae pesada? ¡Muchos es seguro que piensen que la cena de nuestros diputados debe ser de “puro hojaldre”! ¿Alguien podría reclamarle a Alfredo Gándara o a Juan de Dios Sánchez Abreu su debilidad por las mantecadas?
IV
Por eso, de verdad, trato de pensar más en las vacaciones y no desgastarme pensando en qué tan acertado fue el Congreso en esta ocasión aprobando que la próxima legislatura fuera de dos años porque ahora sí, los diputados estarán al mismo nivel que el Congreso actual… chiquito… porque de la cena de navidad, que de eso se mortifique la mujer, porque uno es tan simple que con un sandwichón se conforma uno.
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