A mediados de diciembre pasado, alzaba la voz cuando un reportero le preguntaba si contendería por la gubernatura de dos años: “Yo ya la tengo levantada; yo quiero ser candidato a Gobernador. Siempre hay tiempo para hacer muy buen trabajo… dos años, cinco años, seis años… cada cosa en su propia dimensión”.
Y por si fuera poco, agregó: “Considero un reto muy importante entrar a gobernar Veracruz por el periodo que la Legislatura decida. Estoy seguro que con las reglas que pongan le vamos a ganar al PRI el gobierno de Veracruz”.
Hoy, la noticia que da a la radio es que el sábado, presentó un amparo contra la sesión del Congreso del Estado en la que se aprobó la reforma constitucional que avala la gubernatura de dos años en Veracruz.
¿Qué obligó al diputado federal que había alzado la mano para contender por la gubernatura de dos, cinco o seis años a cambiar de decisión?
¡Sepa! Sólo Juan Bueno Torio lo sabe…
II
Las recientes declaraciones de Héctor Yunes Landa respecto a la política que se vive en Veracruz, no extrañan… es más, ¡se extrañaban!
Las frases que expuso durante la última visita del presidente Enrique Peña Nieto, evidencian el carácter que todos conocemos del senador: Alebrestado, calentón, explosivo, temperamental… ¡ése es Héctor Yunes! Y por supuesto, es el candidato ideal… para sacar una buena entrevista en el estado de ánimo en que se encuentra desde hace más de un mes.
El asunto es que en sus citas habla en plural pero en la realidad, se ve en singular. Por ejemplo, dice: “ABANDONAMOS el evento para evidenciar que no existe unidad. Que no existe acuerdo ni talento negociador. Toda pretensión de mostrar lo contrario es un montaje en el que no vamos a participar”.
Con ese “Abandonamos” y “no vamos a participar”, se refiere a él y al otro Senador, Pepe Yunes. Uno agradece la sinceridad de Héctor, pero no la tibieza de Pepe que no hace más que recordar ese pasaje bíblico que dice: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”. Apocalipsis 3:15-16.
III
Con Enrique Ampudia Mello serían seis los que habrían pasado por la Secretaría Particular del Gobernador, aunque, claro, a cada uno habría que darle su justa dimensión.
Por ejemplo: Juan Manuel del Castillo (dos veces en la Particular) es amigo y de todas las confianzas de Javier Duarte.
Jorge Carvallo y Juan Antonio Nemi Dib a veces fungían como Logística y Harry Grappa pasó sin pena ni gloria. Pero ojo, porque la llegada de Enrique Ampudia a la Secretaría Particular en la Oficina del Jefe del Poder Ejecutivo del Estado, tiene tintes de mayor penetración en el acontecer de la entidad. Baste checar el tiempo… y no precisamente el Clima…
¡Vamos a ponerlo así, ahora que inició el Torneo de Clausura y Javier Duarte de Ochoa va por el cierre de su administración con doble calendario electoral por delante donde, primero, debe meter el mayor número de diputados de Veracruz en San Lázaro y, segundo, preparar la estrategia adecuada para la sucesión! El exsubsecretario de Gobierno de Javier Duarte será un pivote para regular el aire del balón de este juego político.
Pero, que no los agarren en fuera de lugar… Con la renovación del Congreso de la Unión también empezó la transición sexenal.
Por cierto… Allá en Plaza Las Américas de esta ciudad capital,la mañana del jueves pasado, Enrique Ampudia Mello y José Luis Enríquez Ambell hacían surco sobre los pasillos de ese centro comercial. Ambos personajes, cercanos al Secretario de Gobierno, Gerardo Buganza, charlaron en trajín durante largo tiempo. Y al contrario al columnista, es seguro que los temas que abordaron no fueron precisamente los juegos de la NFL, la alineación de los Tiburones Rojos o el triunfo del América…

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