El presidente se ruborizó cuando se dio cuenta que se había autoalbureado al agradecer por la “cálida acogida” que había recibido de parte de los veracruzanos … la sinalefa lo había traicionado. Las risas del público, así como las del mismo mandatario, estallaron casi al mismo tiempo que los aplausos ante el dejo de pudor que se asomó en los cachetes de Enrique Peña Nieto.
Esto, durante el evento Sin Hambre, Veracruz Prospera, celebrado en San Andrés Tuxtla, donde si hay algo que destacar, son las más de cuatro mil familias que resultan beneficiadas con Proyectos Productivos como son los huertos de stevia, el endulzante natural que les permite una entrada extra a sus bolsillos.
La cita fue en el campo de Bachilleres de San Andrés Tuxtla. Pero cuadras antes, un grupo de vecinos se manifestaba sobre la avenida principal. Demandaban entre otras cosas, carretera a Catemaco y Montepío.
Una camioneta gris se para enfrente. De ella desciende Héctor Yunes Landa y se dirige a los manifestantes. “Me bajé a atender a la gente”, les dice al tiempo que se presenta. “Necesitamos leerle un documento al Presidente”, le responden. Se ofrece ayudarlos si no pueden acceder al recinto para hablar con el presidente. No sólo deja su palabra en prenda, sino a un colaborador dialogando con ellos y se retira.

¡La metida de pata!
En el campo, paliacates multicolores se agitan al ritmo de Gerry, un cantante veracruzano que trae “bien prendida” a la raza con su música y voz; pero cuando entona “El Serrucho”, hasta los funcionarios de primer nivel se pararon para ver la fiesta que bailaban unas cuatro mil personas en ese lugar.
El diputado local Octavio Pérez Garay, con muletas, es cuestionado: “¿Metiste la pata?” y él responde: “Sí, ya ni me digas”. Su subconsciente lo traiciona porque de seguro se acordó que dijo en entrevista que a lo mejor el presidente Peña Nieto pasaría a Catemaco a hacerse una limpia. ¡Ésa sí fue metida de pata!
Rafael Grajales Sansores, jefe de asesores de Vicente Benítez, luciendo tinte de pelo. La diputada Belén del Puerto, pagando cara su elegancia, sufre en el pasto con tacones de 13 centímetros. Marcelo Montiel Montiel supervisando que todo esté en orden, checando hasta el último detalle. Pedro Yunes Choperena y Tato Vega Yunes haciendo mancuerna. Iraís Morales irradiaba felicidad pero no soltaba prenda… quien de plano iba “echando tiros” era la diputada Tava Ortega Arteaga quien lucía tanto guapa como elegante.

¡Baños de pueblo!
Y justo pasadas las 13 horas, con el arribo de un helicóptero, los “Oe, oe, oeee, Peñaaa, Peñaaa” empezaron a oírse…
Abren plaza Emilio Chuayffet Chemor, quien hace un stop ante Héctor Yunes Landa. Algo le dice que pone cara de intrigado el choleño mientras que el titular de la SEP ríe, amable. Algo más le dice que deja al Senador con una sonrisa.
Mientras, Enrique Peña Nieto rodea el campo. Por las pantallas gigantes se ve al presidente saludando de mano, abrazando a señoras, señores, niños. Unos, se toman una selfie; otros, ponen sus celulares a lo alto para capturar ese momento… en menos de diez minutos, Peña Nieto se está dando auténticos baños de pueblo… ¡chorrea sudor! pero a la gente no le importa… ¡están igual! y ya corre a un lado; ya corre a otro lado; y no sólo mueve al Estado Mayor Presidencial ¡sino al mismo Gobernador! ¡Exacto! Peña Nieto puso a correr a Duarte.
¿Media hora de saludos? ¡Y quizás me quedo corto!

Los discursos
El discurso de Javier Duarte lo concentraría así: Los veracruzanos endulzamos a los mexicanos. En clara alusión al éxito que se ha significado en los Tuxtlas los huertos de stevia. Aunque eso sí, un intento sin éxito del Gobernador para cerrarse el chaleco que traía, dejó escapar un comentario del Presidente: “Ya no le cierra, Gobernador…”
El testimonio de Sofía Santos Maciel fue bueno, aunque dicen los que saben, que no tiene parangón el que se dio en Poza Rica.
Pero la anécdota la da el mismo Presidente, cuando agradece a los veracruzanos por “una buena y cálida acogida recibida”. De inmediato las risas y el rubor en su cara, lo que lo llevó a aclarar: “Gracias por su acogida. No fue albur”, ganándose el aplauso por ese dejo de buen humor ante una sinalefa traicionera.
(SINALEFA: unión que se forma cuando una palabra finaliza en vocal y la siguiente comienza también con vocal, así, la última sílaba de la primera palabra y la primera sílaba de la segunda palabra se enlazan en la pronunciación: Cálidaacogida.)

Para concluir
La despedida de Peña Nieto al término del evento, deja dos anécdotas: Una, el empellón que le meten al Fiscal el Estado Mayor Presidencial cuando se acercó intempestivo a Peña Nieto… ¡Hasta le movieron el cabello a Luis Angel Bravo!
La segunda, el breve diálogo entre el Presidente y Héctor Yunes: “Leí el documento que me entregaste y los que me has enviado”, le dijo… ya no pude escuchar más y otro que tampoco soltó prenda, fue el Senador.

smcainito@nullgmail.com