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DINAMISMO EN MEDIOS
– A las 17:45 horas de este viernes 27, siete y medio meses después de estar privada de su libertad, Maryjose Gamboa Torales cruzó el pantano sin mancharse, escribió Manuel Hernández, reportero de Notiver, parafraseando al insigne Salvador Díaz Mirón..
“Maryjose, columnista de Notiver, no se doblegó; recuperó su libertad como lo hace la gente honesta.
“Con la cara en alto, sin doblarse ante el gobierno de Javier Duarte, quien la mantuvo cautiva porque luego del accidente en el que se vio involucrada, Gamboa Torales podrá enfrentar en libertad su proceso legal.
– Por su parte, Ramón Rodríguez Rangel, corresponsal en Tuxpan del popular diario porteño Notiver, recogió las primeras palabras de la liberta: “Duarte, el mismo que me apresó, fue el que politizó mi caso.
“Me robaron mi libertad, parte de mi vida, hasta mi familia, pero jamás me robaran mi dignidad, porque seguiré escribiendo en Notiver y seguiré escribiendo la verdad del lado en el que este; la prisión no me hará claudicar, por el contrario, seguiré luchando por la libertad de expresión…”
– En la jiribillosa sección “Cápsulas políticas y algo más”, del diario digital Crónica del Poder, nos enteramos que hace unas semanas el prolífico comunicador orizabeño Salvador Muñoz Mora fue nombrado subdirector de Redacción en el semanario invendible Centinela, por su editor y paisano Luis Rodríguez Zavala.
Posteriormente, el «mero mero» del semanario Newsver, Orlando García Ortiz, también nombró a Chava subdirector general de ese medio político-humorístico, en tanto su hijo Orlando García Ortiz Pérez quedó como director general adjunto.
Cabe recordar que en enero pasado, Muñoz Mora tuvo que dejar a su ahora ex patrón, el temperamental comunicador huasteco Cecilio García Cruz, con quien laboró poco más de una década en su semanario humorístico El Número Uno/Veranews, luego de renunciar en el periódico Política, donde también estuvo un buen tiempo hasta el fallecimiento de su fundador, Ángel Leodegario Gutiérrez Castellanos.
– En fecha reciente, el empresario pozaricense de la educación en Xalapa, Carlos Luna Escudero, junto con el comunicador oriundo de El Higo, Jaime Ríos Otero y otros colaboradores festejaron el primer aniversario de su portal informativo Sociedad 3.0, por lo cual les hacemos llegar nuestras sinceras felicitaciones.
– Y ahora, una trivia de «Cápsulas Políticas y algo más»: De los siguientes comunicadores veracruzanos ¿Cuál considera usted que lleva a cabo un periodismo más objetivo y equilibrado? A) Edgar Hernández, columnista de “Línea caliente” B) Luis Alberto Romero Herrera, director del periódico Capital Veracruz (antes El Águila) y C) Orlando García Ortiz, editor en xalapa del semanario humorístico Newsver.
– Hace poco, el bien informado comunicador Raymundo Riva Palacio comentó en su portal Eje central y en la columna con igual nombre que publica en el periódico capitalino Reforma, este interesante dato:
“Entre el círculo de los propietarios de medios de comunicación, se da por un hecho que el dueño del Grupo Ángeles, así como de Cadena 3, Imagen y el periódico Excélsior, Olegario Vázquez Raña, es quien se quedará con las nuevas cadenas de televisión que serán adjudicadas, ya que es el único que tiene el dinero en efectivo solicitado en las letras chiquitas de la licitación.
“No así su otro competidor, Francisco Aguirre, de Grupo México. ¿Se acuerdan que hace dos meses les dijimos que Olegario iba a ser el «ganón»?
– De buena fuente se sabe que en breve rendirá protesta la nueva directiva de la Asociación de Comunicadores de Xalapa (ACXA) con la posible asistencia del titular de la CGCS, Juan Octavio Pavón González.
El presidente entrante de la ACXA será el profesional comunicador Arturo Hernández, reportero del espacio informativo Mega Noticias en el canal de paga Mega Cable y antiguo colaborador en la corresponsalía Xalapa de TV Azteca Veracruz.
– Invitado por el rector de la UPAV, Guillermo Zúñiga Martínez, este sábado 27 del friolento febrero estuvo en la conurbación Veracruz-Boca del Río el ex consejero presidente del desaparecido IFE, José Woldenberg, para impartir una conferencia sobre el presente y futuro de la democracia en México.
– Por cierto, será este lunes 2 de marzo cuando reinicie actividades el grupo Otero Ciudadano, para lo cual una de sus activas directivas -Leonor de la Miyar Huerdo, fundadora del semanario Abriendo Brecha- invitó al desayuno conferencia en el 55 de la xalapeña calle Basurto, para escuchar la disertación que hará el diputado federal Alejandro Montano Guzmán, por cierto editor del periódico El Portal, bajo la dirección de la experimentada comunicadora Martha Meza Sánchez.
– La comunicadora porteña Natalia González Villareal divulgó hace unos días en el popular periódico Notiver, que “Gustavo Filobello Niño, quien durante varios años dirigiera TV Azteca Veracruz (ahora está Francisco Muñoz Ruiz) y que dejó para dedicarse a proyector personales, parece regresar a los medios pero ahora en Grupo Avanradio Xalapa, por invitación de su concesionario Carlos Ferráez Matus. Le deseamos lo mejor en esta nueva etapa que emprende».
– El columnista de «Apuntes”, Manuel Rosete Chávez, hizo esta breve reseña: “Al término de la ceremonia del Día de la Bandera, Javier Duarte de Ochoa se dirigió a Elsa de León Aguirre, ahí presente, para saludarla y ésta le comentó:
“Señor gobernador, apóyeme; quiero ser la candidata suplente de la diputación federal por Xalapa urbano, como compañera de fórmula de Elizabeth Morales”, a lo que el mandatario respondió: “¡Dalo por hecho! y la abrazó sonriente».
Como es sabido, Elsa es columnista de “Catarsis” en Crónica del Poder y esposa del comunicador misanteco Sergio González Levet, jefe de enlaces de Prensa en la CGCS.
– En entrevista exclusiva para el espacio informativo radiofónico “Uninoticias”, que conduce el comunicador peroteño Ramsés Yunes Zorrilla en la difusora xalapeña La Únika, el presidente del Consejo Mundial del boxeo, Mauricio Sulaimán Jr., habló acerca de la pelea más esperada por años, entre Floyd Mayweather y Manny Pacquiao.
El hijo del difunto promotor tamaulipeco Mauricio Sulaimán, mencionó que es un gran acontecimiento y que podría ser la pelea más vista de la historia del boxeo. Además que en nuestro país podría ser trasmitida por las dos más importantes televisoras, TV Azteca y Televisa.
– Hace poco, la experimentada columnista de “Mesa Política”, Jacy Meza Lagunes, fue víctima de un robo en su domicilio de la calle Coronel Pablo Frutis, por el rumbo de la SIOP y vecina de Toño Nemi Dib, según presume ella.
Ante esta irregularidad, el diputado panalista Eduardo Sánchez Macías -editor del periódico El Heraldo de Xalapa y de otros más en la entidad- lamentó los hechos y ofreció apoyarla en su condición de integrante de la comisión de Atención y Protección a Periodistas en el Congreso del Estado.
– En el marco del 61 aniversario de la FACICO y ante la presencia del vicerrector de la UV en la conurbación jarocho-boqueña, Alfonso Pérez Morales, el director Marco Agustín Malpica Rivera entregó reconocimientos a destacados catedráticos de esa Facultad.
En emotiva ceremonia, Malpica Rivera resaltó que “estos maestros han dedicado toda su vida a la docencia y formación de varias generaciones de estudiantes de comunicación en nuestra Máxima Casa de Estudios”.
– La activa comunicadora Hylcia Trujano Hinojosa, reportera de los espacios noticiosos del xalapeño Grupo Oliva Radio, ha iniciado colaboraciones como corresponsal en la agencia informativa Quadratín.
Hace poco, envió a El Dictamen un amplio reportaje sobre el barrio El Dique, de Xalapa, que fue publicado en la sección Estado de ese centenario diario porteño.
– El miércoles 25 de febrero dejó de existir en la Clínica 11 del IMSS el contador público Ricardo Cárdenas Escobosa, hermano del director de Prensa de la CGCS de Gobierno del Estado, Emilio Cárdenas Escobosa.
Ricardo se desempeñaba como secretario Técnico de la Comisión de Vigilancia del Congreso del Estado, además de ser asesor del diputado Francisco Garrido Sánchez.
Ricardo y Emilio fueron hijos del periodista oriundo de Coatzacoalcos, Emilio Cárdenas Cruz (QEPD) y sobrinos de los comunicadores Mussio (QEPD) Francisco y Paulino Cárdenas Cruz. Desde este espacio hacemos llegar nuestro sincero pésame a esta respetada familia surveracruzana.
CAMINANDO POR ENRIQUEZ
– Agradecemos a la columnista de “Catarsis”, Elsa de León Aguirre, nos haya hecho llegar esta interesante colaboración, con el sugestivo título de “La educación, ¡ay la educación!”
Todo comienza desde el principio, verdad de Perogrullo. O sea desde que damos el primer respiro, desde que jalamos la primera bocanada de aire, empezamos a educarnos o a desaprender. Depende de cómo se viva y con quién se viva.
Es tan común y corriente aprender algo, como un bebé cuando aprende a tomar las cosas con las manos. O cuando empieza a sonreír a los estímulos de la madre o el padre.
El aprendizaje va por etapas, por edades, y de acuerdo a la edad, los aprendizajes son o deben ser adecuados.
Sin ser experta en la educación infantil, por experiencia propia puedo decir que los bebés o niños pequeños responden a estímulos de colores, movimientos y sonidos, y cuando alcanzan la madurez pueden asistir al kínder. Es ahí el lugar donde empiezan a usar los colores, las formas, las texturas, los juegos, los cantos, la convivencia con otros niños; aprenden a socializar.
También cuando suben a otro nivel, empiezan a usar la mano, aprenden a controlarla y la empiezan a educar. Usan los colores o crayolas y empiezan a formar palitos y bolitas. Si mal no recuerdo, los palitos se hacen de arriba hacia abajo y las bolitas de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha, cerrando el círculo donde se empezó.
Si algún estimado lector o lectora detecta que estoy mal, bien podría mandarme un correo y comentarme.
Así se continúa en la educación hasta que el pequeño o pequeña acude a la pre-primaria, primaria, secundaria y bachillerato. Si bien le va y si es uno de los agraciados, llegará al nivel superior.
Pero me voy a estacionar en la etapa de kínder o preprimaria, que es cuando se aprende a socializar, y a hacer círculos.
Esto lo traigo a colación porque con los años uno se olvida de lo aprendido en la escuela.
Educación, ¡ay la educación! Tan importante para la convivencia diaria y la cotidianidad. En esa etapa también nos enseñaban el respeto hacia los demás y las mínimas normas de civilidad.
Pero cuando uno circula por las calles de Xalapa, todas estas prácticas que se aprendieron en alguna parte, en alguna etapa de nuestra vida, no se notan.
Sobre todo porque a la hora de circular y ceder el paso a un vehículo, lo tomamos como una afrenta. Los veracruzanos somos de sangre caliente y más cuando traemos un vehículo.
También somos muy influyentes, todos. No hay ni un ser insignificante en Veracruz y mucho menos alguien menos que nadie. Todos somos fregones e influyentes.
Es por eso que nos vale el paso de uno por uno en cada esquina. Nadie sabe la regla. La regla es que pasa el carro que llega primero, en segundo lugar pasa el que llega en segundo lugar y en tercer lugar pasa el que llega en tercer lugar.
Parece una estupidez, ¿verdad? Pero los xalapeños no respetamos. No sabemos las más elementales reglas de urbanidad y mucho menos recordamos cómo se hacen las filas como cuando íbamos al kínder o mucho menos cómo se hacen los círculos.
Por ejemplo, aquí en Xalapa, es usual que las personas circulen por las glorietas como sus hormonas se lo permitan. Si van de buenas, hidratados, comidos y contentos, circulan bien y de buenas. Pero si son las tres y media de la tarde y traen hambre, sed o prisa, les vale otra vez y las circulan como se les ocurre.
Se meten en contra, van mentándole la madre a medio mundo y se olvidan de lo más elemental, que es el respeto. El respeto al derecho ajeno es la paz, cita de don Benito Juárez, que la aprendemos más o menos en quinto de primaria, cuando empezamos a llevar historia de México.
Pero eso también lo olvidamos. Porque lo de hoy, es sobrevivir en esta jungla de asfalto en la que se ha convertido esta hermosa ciudad, de este hermoso país. Este tema continuará…
ATRIO DE CATEDRAL
– Nuestro agradecimiento al comunicador Miguel López Contla por habernos enviado este interesante artículo de Juan Villoro, con el título de “Deshielo”, que por su extensión dividimos en dos partes. He aquí la segunda y última:
Creó un equipo de softball, como la consolidación deportiva de sus logros y la prueba de que los mexicanos se saben adaptar a otras costumbres. Aunque ya rebasaba los sesenta años, seguía siendo un buen bateador. Un domingo, le pegó con tal tino a una pelota que tuvo una iluminación amarga.
Esa mañana, su bat se había roto y un compañero le prestó el suyo, decorado con la leyenda «Jesús se vuela la barda». En alguna ocasión, él había pedido prestado ese emblema de Cristo, pero el dueño le contestó en forma irrefutable: «La mujer, la pistola y el bat no se comparten».
Todo cambió cuando su bat se partió en dos, como un signo del cansancio mortal de la madera. El equipo no podía perder a su cuarto bateador: el compañero díscolo entregó el objeto del deseo, como quien ofrece el cetro de Jesús.
Acto seguido, el hombre conectó el home run más doloroso de su vida. El bat prestado le hizo pensar en otro talismán.
El hombre prosiguió su historia. Yo oía frases sueltas que sólo ahora entiendo. Cuando se refería a «ella», no hablaba de su mujer, sino de una cruz que había robado en su pueblo, antes de partir a Estados Unidos.
Era una cruz de palo que decoraba un atrio donde a veces pastaban burros y a la que nadie parecía extrañar. A ella le debía su buena suerte. Había cruzado sin papeles, consiguió trabajo, pudo ahorrar, le dio trabajo a sus parientes y a los amigos de sus parientes. Pero al golpear la pelota con el bat de Jesús, sintió que la golpeaba con la cruz.
Ya casi no quedaba nadie en su pueblo; la gente emigraba o se moría. El mundo de su infancia estaba vacío y él había contribuido a la tragedia, ayudando a que muchos salieran de ahí.
-Debo regresar por ella- repitió. Le pregunté si se refería a la cruz.
-Va empacada, la estoy devolviendo- contestó.
Ese talismán justificaba su fortuna y la ruina de su tierra. Yo no estaba en condiciones de rebatir esa explicación mágica del mundo, ni siquiera estaba en condiciones de escucharla bien. El agotamiento y mis propias preocupaciones me alejaban de la suyas.
Tres años después, recordé el rostro trabajado por los años y el esfuerzo. A veces las palabras difieren sus efectos. Oímos cosas dispersas a las que no prestamos atención. Un migrante me habló de la cruz con que viajaba. Su dicha y su condena dependían de ese símbolo robado.
Sólo el tiempo me permitió convertir su angustia en una historia. Entonces entendí que también yo me había robado un símbolo y que debía devolverlo.
PLAZUELA DEL CARBON
– Por ser un tema de palpitante actualidad, incluimos este texto del comunicador oriundo de la señorial Misantla, Sergio González Levet, difundido hace poco en su espacio “Sin tacto”, con el sugestivo título de Periodistas modernos:
Ciertamente, las redes sociales e internéticas han cambiado radicalmente la concepción y la faz de la comunicación actual. El número apabullante y creciente de personas conectadas por la vía electrónica está logrando la visión que el charlatán de McLuhan hizo famosa: la aldea global.
Así como los periódicos impresos fueron fundamentales para la comunicación masiva en el siglo XIX y en el XX, de la misma manera que la radio y poco después la televisión resultaron determinantes para que la comunicación se extendiera a todo el orbe en la segunda mitad del siglo pasado, ahora la red de redes está logrando la masificación total (entendida en su más amable acepción) y una velocidad de transmisión prácticamente en tiempo real.
Las redes han cambiado al periodismo, al grado tal que se han vuelto indispensables para quienes nos dedicamos a este oficio/profesión. Los periodistas necesitamos de la redes…
Pero, atención, también las redes necesitan cada vez más de los periodistas. Me explico: la posibilidad de que cualquier persona suba información a la red -en especial a las más visitadas, como Facebook y Twitter- lleva a que las noticias se multipliquen de manera geométrica.
“Internet un reportero en cada usuario nos dio”, lo que es bueno desde el punto de vista de la socialización de la información, pero también permite que se puedan subir noticias aparentes, sin ningún arreglo con la realidad. De ahí que haya tantos ‘borregos’ en las redes.
Los profesionales del periodismo saben que se deben ajustar a ciertas reglas, primero de sintaxis y ortografía, pero también de acuerdo con criterios de veridicción, con una ética que los obliga a fundamentar todo lo que difunden y siempre apegados a la realidad.
En contraparte, cualquier hijo de vecino puede subir a las redes lo que se le ocurre a su imaginación desatada: desde mentiras absurdas, hasta insultos e informaciones malintencionadas (muchas veces amparados en el anonimato)
La única vacuna contra ese mal es el profesionalismo de quienes ejercen a conciencia la profesión de reporteros.
Por eso es que los periodistas deben participar cada vez más en las redes, para que los usuarios vayan decantando la información hecha por quienes conocen y se ajustan a criterios de moralidad, de la que suben inconscientemente personas que se mueven por el dolo, por intereses oscuros o simplemente, por amargura.
El periodista que toda la vida se ha ajustado a las reglas de la comunicación para publicar sus notas, sus reportajes, sus columnas, lo piensa dos veces antes de hacer pública alguna información a través de internet.
Tiene reglas que lo constriñen; se ajusta a una ética profesional. Se destaca entre los otros internautas también por la calidad de su información, tanto por su estructura como por su contenido: fondo y forma en pos del mismo fin de informar profesionalmente.
Quienes se han quemado las pestañas en las escuelas formándose y después han dejado la vida en el ejercicio de la profesión, es natural que vean con no muy buenos ojos a quienes sólo se sientan frente a una pantalla, ponen sus ocurrencias mal escritas y ya por eso se sienten reporteros.
En efecto, las redes sociales necesitan la sana intervención de periodistas profesionales. Mientras más participen en todas las modalidades que permite internet, mayor calidad tendrán las noticias.
Es la única vía por la cual la información que transcurre por Facebook, por Twitter, por Instagram, se irá haciendo más confiable, más verídica, más real.
Y los periodistas necesitan adecuarse a la realidad, formarse de acuerdo a los nuevos tiempos, conocer de los vericuetos informáticos y de la vertiginosa inmediatez.
Muchos periodistas veteranos insisten en hacer el viejo periodismo al que están acostumbrados: siguen escribiendo para el diario de mañana o para la revista de la próxima semana; siguen buscando “la de ocho”; pretenden dar exclusivas a través de sus medios impresos.
Olvidan que la información ahora se puede publicar en un instante, y que el concepto de exclusividad pasó a mejor vida.
Lo preocupante es que también muchos jóvenes periodistas -egresados de las escuelas de Comunicación con una pésima preparación académica; engañados románticamente por un título que no avala conocimientos pertinentes- siguen actuando como si no se hubiera inventado la computadora, como si no se dieran cuenta de que ahora la información fluye a través de los portales informativos, de las páginas noticiosas, de los blogs innumerables.
Para fortuna, cada día es mayor la cantidad de buenos periodistas (maduros y verdes, jóvenes y viejos, varones y hembras) que se están adecuando a la realidad cambiante de nuestros días, que aprenden las nuevas técnicas, que participan en los nuevos medios de comunicación.
Va un botón de muestra que dan tres periodistas consolidados (la edad es lo de menos) en nuestro medio estatal: Manuel Rossete Chávez, Raymundo Jiménez y José Ortiz Medina, quienes representan al comunicador profesional que ha sabido mantenerse en la cúspide de la actualización.
Egresados de la FACICO los dos primeros y el tercero, de la Facultad de Letras Hispánicas de la UV, iniciaron sus reconocidas carreras en los medios impresos, en donde su prosa y la calidad de su información medraron hacia la obtención de un público lector, tan fiel cuanto extenso, en términos de las cantidades mínimas de lectores que podían obtener los diarios en un país en el que el porcentaje de analfabetos funcionales ha sido pavoroso, desde hace veinte años cuando menos.
Y si nuestros tres protagonistas eran de los más leídos en la época de la comunicación preponderantemente impresa -con decenas de miles de lectores comprobados- lograron dar el salto hacia internet y las redes sociales, de modo que mantuvieron su hegemonía y ahora son leídos diariamente por cientos de miles de ciudadanos de Veracruz, del país y del mundo.
Pero no se queda ahí la cosa, porque ahora han decidido sumar sus públicos y han emprendido con éxito la aventura de un programa de televisión que se transmite los martes a las 21:00 horas y que reproduce una decena de portales informativos, entre ellos www.versiones.com.mx y www.formato7.com.
Como era de esperarse, el programa ha ido creciendo en interés periodístico y cada semana logran dar un campanazo noticioso. No hay que perderse a estos modernos periodistas veracruzanos.
SE RUMORO EN LOS CAFES
– Agradecemos al colega cordobés Carlos Duayhe Villaseñor el envío de este interesante artículo de Marcelino Perelló, denominado “El Bulldog”, por ser un tema que no pierde actualidad. Para mayor comodidad de nuestros lectores, lo dividimos en dos partes. Esta es la segunda y última:
– Además, y eso verdaderamente constituye un atenuante a tal barbaridad está el hecho de que Sir Winston sí era un gran, excepcional orador.
Un auténtico maestro de la palabra sonora. Sus discursos, ante audiencias multitudinarias o selectas, son memorables. Lo que escribió no merece un sixpence, es cierto, pero lo que habló, coincida uno con ello o no, vale su peso -que no era poco- en oro.
Ese oro que, gracias a las masacres inauditas que a su mandato cometieron las tropas británicas en África, los colonialistas pudieron extraer sin más miramientos.
Y es eso lo que en una visión indulgente, puede explicar la decisión de los sabiondos miembros de la Academia Sueca.
Digamos que quisieron premiar un género literario ya desde entonces en desuso y en francas vías de extinción, la oratoria.
Y concedamos que eso les sirvió de coartada para cometer su abyecto atentado al buen gusto y al sentido común.
Lord Churchill habló, y habló, y habló. Y se diría que siempre lo hizo bien. Al menos sus alocuciones malas, si las hubo, no lo fueron suficiente para pasar a la historia.
Convenció a los pocos y entusiasmo a los muchos. Fue, en ese sentido, para bien y para mal, uno de los grandes demagogos de la historia, sino el principal.
Alguna vez dijo algo que nos hizo entender a los aprendices: “Me toma diez minutos preparar una alocución de dos horas, y dos horas preparar una de diez minutos”.
Fue él quien decidió declarar la guerra a Alemania, cuando tal decisión no parecía necesaria. De hecho le estaba haciendo el trabajo sucio a los gringos, que en ese momento preferían permanecer en la retaguardia.
Es entonces cuando la vieja Albión, en una de esas curiosas machincuepas con las que se entretiene la historia, empieza a convertirse en una colonia de Estados Unidos. Hoy ya lo es del todo.
Recordemos que el guión original de la guerra inminente, tal como apunté aquí hace 15 días, era todos contra los ´commies’, de la URSS.
Pero el tratado de no agresión entre ésta y Alemania en el verano del 39 modificó el panorama. Y la invasión a Polonia bajo la indiferencia permisiva de Moscú, pone nervioso a Occidente y Churchill toma la iniciativa.
Ante el desconcierto que provoca en la opinión pública la perspectiva de una alianza con los soviéticos, el hombre del habano proclama: “Si Hitler atacara el infierno, yo defendería al demonio”.
Su talento y su despiadada frialdad bélica se manifestó en el bombardeo nazi a Edimburgo. La inteligencia aeronáutica británica, dirigida por ese genio, posteriormente gran amigo y admirador de nuestro país, el creador de la cibernética, Norbert Wiener, descifró los códigos secretos de la Luftwaffe y pudo predecir sus planes.
Informaron a Churchill cuándo tendría lugar el ataque masivo. Él, en su calidad de Primer Lord del Almirantazgo, ordenó que no se tomara medida especial alguna para defender la ciudad.
Era preciso que los alemanes no supieran que su código ya estaba en poder de los ingleses. Edimburgo fue destruida.
Permitir los ataques también implicaba que unidades especiales maquinaran otros subterfugios, analizando movimientos artificiosos de antemano.
Muchos complejos militares instalaron visores infrarrojos, volviéndose utilísimas en la vigilancia aérea al monitorear incursiones.
A final de cuentas y por lo visto, el gran demagogo resultó también un amante apasionado de las argucias y un partidario ferviente de las innovaciones tecnológicas.
Un año después del estremecedor sacrificio de la capital de Escocia, cuando su ministro de Exteriores, Lord Halifax, le informa que Hitler quiere iniciar conversaciones de paz, con la misma frialdad, el futuro Premio Nobel de Literatura respondió a media voz y con media sonrisa, sacudiendo la ceniza de su puro: “¿Y quién desea la paz, mi querido Lord? Lo llamaban El Bulldog.