A 31 grados. Por eso quizás doña Ema gritaba “¡Queremos cachuchas! ¡Está sudando la bemba!” mientras esperaban a la candidata en la colonia Las Granjas, esquina Totutla con Tlaquilpa. Mujeres previsoras, abrían sus sombrillas mientras Rafael “El Loco” Ochoa preparaba su altoparlante. Del taxi 14 descendió Anilú Ingram Vallines quien de inmediato fue abordada por reporteros. Así iniciaba por esa colonia de la zona norte del Puerto, un recorrido, pero no de tierra, sino de arena, sudor, agua, mucha agua, y alguna que otra picada.
Apenas termina la entrevista, Anilú es rodeada por mujeres y hombres que le dan la bienvenida. Hay quienes le piden una foto, así, como si fuera estrella de cine y hay quienes le cuentan sus cuitas, entre lágrimas.
María del Rocío Quiñones tiene pulmón. Una y otra vez GRITA (permítanme las mayúsculas) porras a la candidata, quien se asombra de la vitalidad de la jefa de manzana, tanto que le dice “¡Te vas a desgañitar!”… se ríen, se abrazan, mientras puerta por puerta, continúa ese recorrido. Rocío me ve apuntando y me dice: “Aquí venimos de corazón; no somos acarreados”.
Doña Tina García sale a recibir a la candidata. Presume el cuarto con que fue beneficiada junto con 99 personas más, dentro de un programa que gestionó como diputada local Anilú. ¿Es dos por dos? y me corrige la plana la candidata: “¡de cuatro por dos!”… por eso reprobé matemáticas.
Habrán pasado quince minutos y Anilú está bañada en sudor. Una botellita de 250 mililitros de agua es vaciada por la candidata. ¡Son 31 grados y mediodía!
Doña Fausta Sánchez Interiano, presidenta de Seccional, ya espera a ritmo de batucada, con refresco y picadas a Anilú ¡quien se pone a bailar samba! Remata echando taco.
Anilú se encuentra a don Cecilio Sandria Rodríguez, quien es el encargado de un invernadero donde crían mojarras y siembran lechuga, pepino, toma de bola y guajillo. “Ella nos ayudó a ponerlo… no fue fácil; incluso, una vez le rebotaron el proyecto, pero insistió y ahí está, funcionando desde 2014”.
Doña Josefina Ochoa Solís, jefa de manzana en la esquina de Tlapacoyan con Tenampa, le pide apoyo pues a un grupo de vecinos se les inunda su casa, además de que del lado de su calle, no les pusieron banqueta. Se lo lleva de tarea.
Otra botellita de 250 mililitros. Se echa un trago y cuando va pasando por una casa, sale una señora con una cartulina y la leyenda: “Granjas te apoya. Estamos contigo. Vamos a ganar”. Pide la cartulina de recuerdo. Confiesa que esos detalles de la gente, que invierte en un gesto para con ella, lo valora mucho.
Otra botellita de 250 mililitros que no termina. Ve sedienta a Rocío, quien no para de echar porras y le comparte su agua.
Invitan por enésima ocasión a pasar a una casa. La recibe doña Jovita, abuelita de 97 años, sentada como matriarca, con bastón en mano. Anilú queda sorprendida por lo que hay detrás de la señora: Un lona de ella, de cuando compitió por la diputación local. Abraza a doña Jovita. Allí, la niña Reyna le da también un regalo: el dibujo de una princesa con la leyenda “Para la mejor madrina y diputada”.
Jesús Manuel Rodríguez, un beneficiario más, la invita a ver su cuarto y agradecerle el apoyo…
Otra botellita de 250 mililitros. La gente le pide a Anilú drenaje y pavimentación. Les explica a muchos la labor como diputado federal. Un tendero, tras escucharla, le reitera la petición pero ya le agrega: “¡Sí va a quedar!”
Se encuentra con doña Guadalupe Rodríguez, y platican. Le promete, no sólo su voto, sino el de su novio, de su querido ¡y hasta de su amante! Rompen en risas.
El equipo femenil de futbol Juventus, que participa en los torneos Torrentes y Lombardo, le pide apoyo para balones y una cancha de entrenamiento, pues muchas veces practican en la calle. Se lo lleva de tarea.
Otra botellita de 250 mililitros. Doña Irene, la encargada del Taller de Manualidades, agradece a Anilú por ayudarlas a tener una forma de trabajo para ocho familias.
A estas alturas, terminando el recorrido, ya voy con la lengua de fuera. Anilú corre de un lado para otro. Tomo aire. Me encuentro a Daniel Carballal, su esposo, quien me dice que es muy dinámica, “a pesar de que tiene un desgarro en la pierna”…
—¡Qué! ¿Y así anda de arriba para abajo?
—La tuvieron que inyectar…
—¡Qué bárbara!
¿Y qué pasó? ¡Pues nada! Cinco kilómetros de recorrido en bici; quién sabe cuántos kilómetros a pie, una cabalgata, una caída que le lastimó mano y rodillas, culminaron con una lesión en la pierna que, si 31 grados de temperatura no la amilana, tampoco un dolorcito la va a detener en esta contienda por una curul federal.

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