La salida de la secretaría de Gobierno de Gerardo Buganza Salmerón tiene dos vertientes a suponer.

La primera) Le pidió la renuncia el Gobernador tras conocer sus aspiraciones políticas.

La segunda) Es congruente y sabe que estando en dicha posición como número 2, sus aspiraciones serán estigmatizadas.

Yo creo que Javier Duarte de Ochoa no le pide ni lo renuncia. Así que apuesto a la número dos.

Entonces, con la renuncia de Gerardo Buganza Salmerón como secretario de Gobierno, ¿a qué obliga?

II

Es seguro que en este momento, Héctor Yunes Landa acaba de tirar al cesto de basura el discurso que había ya enmendado después de que Gerardo Buganza Salmerón anunciara sus aspiraciones y despotricara contra el PRI… pero ahora, con la renuncia a la secretaría de Gobierno, es posible que mucho de lo escrito, agregado, anexado y condimentado, haya que tacharlo… pero todavía hay tiempo para hacer otro discurso para el domingo… en parte, a eso obliga la renuncia de Buganza.

Por otro lado, previo al anuncio que corrió en pasillos de Palacio de Gobierno, de que este viernes renuncia Buganza, me llama la atención una nota que apareció en Notiver donde Pepe Yunes Zorrilla, quien se había mantenido calladito al destape del cordobés, dio a conocer que de no ser electo por el PRI como candidato a la Gubernatura, daría su apoyo al hasta ayer jueves, secretario de Gobierno si va como independiente pues podría representar al electorado una oferta atractiva… bueno, hoy, con la renuncia de Buganza, la palabra de Yunes Zorrilla está más que empeñada… ¡claro! siempre y cuando se dé la circunstancia que plantea Pepe… si no es candidato. Sí, la renuncia de Buganza a eso obliga… en parte.

III

Pero la renuncia de Buganza tiene más jiribilla que nada.

La primera vez que habla el cordobés para dar a conocer sus aspiraciones con vista a la renovación del poder ejecutivo en este 2016, ¡cimbró! imaginen cuánto cimbró que juntó a Erick Lagos y Jorge Carvallo en una mesa y hasta abrazo se dieron; hizo que los panistas reaccionaran como si les hubieran puesto un “cuete” en la cola… y a pocos días de que dé a conocer sus aspiraciones, deja la comodidad de su sillón para empezar a hacer y ser en aras de tratar de alcanzar su cometido: candidato independiente.

¡Y ojo! se insiste, si Buganza alcanza tal título, de candidato independiente, le estará dando certeza a la Reforma Electoral que propuso el Gobernador y el Congreso hizo Ley.

Pero, ¿a qué obliga realmente Buganza con su renuncia?

A algo muy simple… qué funcionario, servidor público, representante popular, tendrá el empacho para decir “Yo quiero ser Gobernador” este 2016 sin renunciar a su cargo, a la comodidad de su cargo, a los emolumentos propios de su cargo, a los reflectores de su cargo…

La renuncia de Buganza obliga a aquél que quiera ser Gobernador, y tenga un puesto, un cargo, a seguir su ejemplo… ser congruente.

smcainito@nullgmail.com