Quizás las «pujas» de influyentes políticos a favor de tal o cuál personaje para ocupar la Secretaría de Gobierno, con vistas a tomar una cierta ventaja rumbo a la renovación gubernamental del 2016, fue lo que animó a Javier Duarte de Ochoa a tomar la buena decisión a favor de Flavino Ríos, quien por cierto, al igual que su ex-jefe y amigo, Miguel Alemán Velasco, siempre le ha otorgado, en la política, un valor muy especial a las CIRCUNSTANCIAS. Quizás, también, influyó el discurso de ayer.