El horror y la crueldad que se vivió en la segunda guerra mundial, provocó en algunos pensadores de la época el sentimiento del absurdo, es decir, pareciera que la vida no tiene ningún sentido, porque nos esforzamos todos los días para lograr un objetivo, pero al igual que en el mito de Sísifo, el esfuerzo cotidiano al final sólo nos lleva a la nada. Esta filosofía del absurdo, la desarrolló en gran parte de su obra el Premio Nobel de Literatura, el escritor francés Albert Camus (1913-1960).
Cuando Alemania invadió a Francia en 1940, Albert Camus fue de los que participaron en la resistencia francesa, todo el contexto de preguerra, guerra y posguerra, causó en Camus un pesimismo que se ve claramente reflejado en su obra, el escritor francés de origen argelino, en 1938 escribió su primer obra de teatro titulada: Calígula, en esta magistral obra, Camus aborda varios temas centrales de su pensamiento como el absurdo, el poder, y aprovecha esta pieza dramática para desnudar las dictadura crueles de Hitler y Mussolini.
La obra de teatro Calígula, fue llevada a escena en 1945, Camus centra la obra en la vida del cruel y déspota Emperador Romano, Cayo Julio César Germánico mejor conocido como Calígula, todo lo sucedido con el personaje creado por Camus, son hechos reales que le sucedieron a Calígula, pero Albert Camus al describir al histórico dictador romano, está describiendo el pensamiento y actuar de las dictaduras contemporáneas donde privaba el terror, las invasiones y de manera central la muerte.
Es importante remarcar que en esta obra dramática, si bien el lector encontrará en los cuatro actos en que se compone, parte de la historia real del emperador Calígula, no hay que perder de vista que un artista como Camus, en cada dialogo está presentando su pensamiento existencialista en este caso del absurdo, es por ello que la obra de teatro en la “Escena I” los personajes inician con el siguiente dialogo:
“Primer Patricio.- Nada todavía. El Viejo Patricio.- Nada por la mañana, nada por la noche. Segundo Patricio.- Nada desde hace ya tres días. El Viejo Patricio.- Los correos van y vuelven. Menean la cabeza y dicen: Nada. Segundo Patricio.- Han recorrido toda la campiña, no hay nada que hacer. Primer Patricio. Una sola palabra. Nada.”
Especialistas en la obra de Camus manifiestan que en esta pieza teatral están las premisas teóricas del nihilismo, por eso todo inicia con la nada. Pero regresando a la historia central de la obra, el dialogo de los Patricios surge porque el Emperador Calígula ha desaparecido, tienen varios días buscándolo y no logran saber nada de él, algunos piensan que su ausencia es por el enorme dolor que siente Calígula al haber perdido a su hermana y amante Drusila.
Después de buscar y buscar y no encontrar nada, Calígula regresó al Palacio, todos lo recibieron con entusiasmo, el Emperador no estaba dolido por la muerte de su amor, el andaba buscando encontrarse de manera directa con la luna, para Calígula: “Vivir es lo contrario de amar.”
Presentando un cambio rotundo en su forma de pensar y actuar, Calígula toma decisiones que cambiaran por completo la vida de sus súbditos, el Emperador ejecuta contra los Patricios disposiciones que siglos después estaba ejecutando Hitler contra los judíos:
“Calígula.- Escúchame bien. Primera fase: todos los patricios, todas las personas del Imperio que dispongan de cierta fortuna –pequeña o grande, es exactamente lo mismo – están obligados a desheredar a sus hijos y a testar de inmediato a favor del Estado. El Intendente.- Pero César… Calígula.- No te he concedido aún la palabra. Conforme a nuestras necesidades, haremos morir a esos personajes siguiendo el orden una lista arbitrariamente establecida. Llegado el momento podremos modificar ese orden, siempre arbitrariamente. El orden de las ejecuciones no tiene, en efecto, ninguna importancia. O, más bien, esas ejecuciones tienen una importancia idéntica, lo que significa que no tienen ninguna.”
Si bien el pensamiento de Camus es pesimista, lo es en el sentido de describir la realidad, sin embargo, el escritor francés por lo menos en esta obra teatral, presenta como una opción de ir contra esta fatídica realidad a la rebelión, y así como Camus participó en la resistencia francesa contra Alemania, los personajes opositores al cruel dictador Calígula, coinciden en que tienen que actuar, porque el mal ha llegado y sin límites:
“Quereas.- Sin duda, no es la primera vez que, entre nosotros, un hombre dispone de un poder sin límites, pero es la primer vez que lo utiliza sin límites, hasta negar al hombre y al mundo. Eso es lo que me aterra de él y lo que quiero combatir. Perder la vida es poca cosa, y no me faltará valor cuando sea necesario. Pero ver cómo desaparece el sentido de esta vida, la razón de nuestra existencia es insoportable. No se puede vivir sin una razón. Primer Patricio.- La venganza es una razón. Quereas.- Sí, lo hago para luchar contra una gran idea cuya victoria significaría el fin del mundo. Porque Calígula (en tiempos de Camus era Hitler) transforma su filosofía en cadáveres, y para desgracia nuestra, es una filosofía sin objeciones. No queda otro remedio que golpear cuando la refutación no es posible.”
Finalmente, Albert Camus en esta obra presagió todo lo acontecido, la caída y muerte de Calígula representaban el futuro final de las dictaduras de Hitler y Mussolini, a pesar de que Camus por las consecuencias de lo vivido quedó impregnado de un espíritu de escepticismo, considero que en lo más profundo de su sentir, se negaba a que la vida se convirtiera en un absurdo o mejor dicho en una nada, tal vez, por ese miedo a la nada, Quereas en el Acto Segundo, Escena II, Manifiesta: “No me mueve a actuar la ambición, sino un miedo razonable, el miedo a ese lirismo inhumano ante el cual mi vida no es nada.”
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