Si viera la reunión desde un punto de vista político, señalaría a varias potenciales candidatas a diputadas locales como Marilda Rodríguez, Karla Estrada, Anabel Ponce, Michelle Servín, entre otras; incluso, hasta a una futura Senadora, como la dirigente estatal de la CNOP, Erika Ayala Ríos…
Si viera la reunión para escribir una crónica, es seguro que la hubiera titulado “Bendito entre las mujeres”, cuando Arturo Bermúdez Zurita fue rodeado por 27 presidentas municipales, 40 síndicas, nueve regidoras, así como algunas diputadas locales; incluso, hasta dirigentes de organizaciones…
Pero la verdad, prefiero quedarme con Lidia y Ángeles.
II
El cuartel de San José fue punto de reunión para que el secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, dialogara con más de 70 mujeres, la mayoría, representante de diversos municipios o distritos, que le externaron al funcionario, en reunión privada, todo lo concerniente a lo que es la seguridad o inseguridad en su localidad.
Previo a ello, las diputadas locales Mónica Robles y Jacqueline Hernández, cada una por su lado, reconoció el trabajo y esfuerzo de la dependencia y en especial, por percibir la presencia de mujeres “como nunca antes las había en una dependencia como Seguridad Pública”.
Un acto cívico y honores a la bandera; un desayuno de lujo con el toque de la casa por parte de Juan Antonio Hinojosa Moreno, el encargado de la cocina en SSP. Quizás este nombre no les diga nada, pero allá por 1998, cuando se inundó San Rafael, Costa Esmeralda y otros puntos, por instrucciones del Gobernador, se trasladó a alimentar a 400 personas… pero eran 2 mil 200 a quienes había que proporcionar comida… y entonces se hizo la multiplicación de los panes ¡y todos comieron! A la fecha, Juan Antonio sigue haciendo milagros.
III
Como la reunión se hizo privada entre autoridades municipales y de Seguridad Pública, íbamos a emprender graciosa huida del Cuartel, cuando nos encontramos a dos mujeres que el titular de SSP había ponderado durante el acto cívico: Lidia Landero Hernández y Ángeles González Acosta, quienes estuvieron hace poco en Cardiff, País de Gales, en la Conferencia Anual de Mujeres Policías (IAWP, por sus siglas en inglés) donde no sólo pusieron en alto el nombre de Veracruz, sino también el de México. Allí, conocieron de liderazgo y trataron temas como la discriminación en el ambiente laboral, terrorismo, ética y varios puntos más; incluso, hasta Lidia Landero tuvo la oportunidad de ganar una competencia de lagartijas contra mujeres policías estadunidenses, canadienses, inglesas, israelíes, entre otras…
IV
La historia de Lidia Landero es de una auténtica luchadora… desde joven se vio en la necesidad de trabajar para mantener sus estudios. Cosía ropa, fue sirvienta, estudió Derecho, también danza, lucha olímpica. Se casó y tuvo cuatro hijos. Su marido la abandonó. Cuando creía tener todo en contra, en la secretaría de Seguridad Pública vio una esperanza. Presentó su examen y quedó en segundo lugar. Hoy, además de brindarle apoyo a sus hijos para la Universidad, Preparatoria, Secundaria y Primaria, ella estudia Criminología. Y si bien está adscrita en Asuntos Internos, si la mandan a Operativos ¡igual le entra!
V
Ángeles salió de Ciudad Isla, pueblo de Cosamaloapan, porque quería continuar sus estudios. En Veracruz estuvo picando piedra pero no encontraba trabajo. Un amigo le sugirió entonces probar en Seguridad Pública, donde quizás ello le podría ayudar a seguir estudiando. En la Academia, gracias a su disciplina, vieron en ella potencial para ser instructora en el Centro de Estudios e Investigación de la SSP, lo que conocemos como la Academia del Lencero.
Hace poco participó en una competencia de paracaidismo organizada por la Marina. La leyenda policiaca que se tejió en ese evento, es que la ganadora había sido la participante de Seguridad Pública, pero el primer lugar se lo dieron a uno de la Marina…
Ángeles sabe lo que es… a veces un segundo lugar sabe a triunfo.
VI
Lidia y Ángeles, dos mujeres policías, son historias de tesón, entrega y disciplina en Seguridad Pública. Hablan de su trabajo en la corporación con pasión. Están conscientes de que la percepción que se tiene del Policía en un amplio sector de la sociedad, es negativo, pero es algo que con operativos, adiestrando, estudiando, en su labor diaria en el resguardo de la sociedad, las hace creer que pueden cambiar esa imagen que se tiene del Guardián del Orden.
Sólo hay algo a lo que no sólo temen ellas, sino un gran número de uniformados… que con el cambio de Gobierno el próximo año, lo logrado en la Secretaría de Seguridad Pública con la preparación y entrenamiento de sus elementos, se pierda… y entonces ya no haya historias que contar como las de Lidia y Ángeles, dos mujeres policías que antes de luchar contra el crimen, lucharon por salir adelante… ¡y lo lograron!
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