«Uno de los asuntos que llamó poderosamente la atención en el Tercer Informe del presidente Peña es el relativo a la colocación de Infraestructura Educativa en la Bolsa Mexicana de Valores. La colocación de estos bonos se hará con el fin de recaudar recursos adicionales- se habla de 50 mil millones de pesos- para los programas de escuelas dignas: con techo, piso, baños, pupitres, escritorios, bancos.. La «bursatilización educativa»- así la llamaron algunos- puso los pelos de punta a los radicales de izquierda. De inmediato protestaron por lo que consideran una estrategia para poner la educación pública en manos privadas. Pero según Javier Treviño, subsecretario de Planeación y Evaluación Políticas educativas, no hay nada «en absoluto» que se asemeje a una privatización de la educación pública. Los bonos son algo así como «Cetes» de la educación que van a dar rendimientos atractivos y estables, pero que de ninguna manera impactarán en los programas escolares». Lo comentan francisco Garfias en «Excélsior».