Orizaba es Pueblo Mágico. Aun con su alcalde Juan Manuel Diez Francos y gracias a la administración de su presidente municipal Juan Manuel Diez Francos.
Tanto en la primera administración como en ésta, el polémico edil le ha dado un giro de 360 grados a una ciudad que antes parecía Pueblo Fantasma, de algunas calles alargadas pero de aspecto triste por el cierre de muchas de sus empresas, fábricas, hasta su estación de ferrocarril, paso obligado para ir al Martín Cuburu, campo que rindió honores a quien nació en la Pluviosilla pero defendió la camiseta de los Tiburones, y del Club España ¡ah! y de la ADO, que en mis años mozos pensé que dicho estadio era de Autotransportes de Oriente hasta que me cayó el 20 que era de la Asociación Deportiva Orizabeña.
Diez Francos puede ser todo… déspota, engreído, nefasto, para un grueso de la población que defiende siempre al más débil, en este caso a los vendedores ambulantes y las “marías”, esas mujeres que bajaban a la ciudad a ofrecer en las banquetas que sus rábanos, sus quelites, los chiles habaneros, las papas extranjeras…
Pero también es un administrador de mano firme, que poco le importa echarse encima incluso hasta a los de su gremio, el comercio, si se trata de salirse con la suya que, reflejado en la ciudad, puede decirse entonces que se siga haciendo su santa voluntad.
Pero… ¿qué tiene Orizaba que no tengan otras ciudades participantes?
Muchas cosas… muchas cosas que bien son la delicia de quienes van a visitarla o de sus mismos habitantes.
Primero, tiene Ojo de Agua… un balneario natural para valientes pues su temperatura está como tienen a José Luis Salas Torres en este fin de sexenio… ¡frío, frío!
Segundo: El Cerro del Borrego, majestuoso gigante que rinde honor a todos los sindicalizados que siempre votaron por el PRI…
Tercero: Aunado al Cerro del Borrego, está el Teleférico… un homenaje más al ascenso vertiginoso de muchos de nuestros políticos por encima de sus borregos.
Cuarto: Las tripas de doña Librada… cuenta la leyenda que la señora abría su negocio a las nueve de la noche y antes de la medianoche, ya había terminado… Ahora los que hacen tripas son a los que les adeuda el Gobierno…
Quinto: El Mole de Panza de Salomé… a un costado del Teatro-Cinema Orizaba, que en sus años 70, era famoso porque exhibían allí las películas de ficheras y se veían cantidad de sombreros entre las sombras…
Sexto: ¡Los 500 Escalones! Un auténtico paseo verde para culminar en manantiales… los xalapeños que han ascendido Lucio o Bravo lo podrían disfrutar más.
Séptimo: La Alameda. Es algo así como el PRD donde nada más se ve puro tronco… la diferencia es que en esta área natural de Orizaba, los árboles dan aire y los perredistas nomás están robando aire.
Octavo: El Palacio de Hierro, claro que ahora con la modernidad, su mayor competencia es Liverpool pues los orizabeños prefieren visitar la tienda que el museo…
Noveno: La Piedra del Gigante, que no hay que confundirla con nuestro Gobernador, que tal parece que es una piedra gigante en nuestro zapato… ¡ah! dicha roca está en el Panteón municipal Juan de la Luz Enríquez…
Décimo: El río Orizaba… ideal para echar novio a cualquier hora del día o ya de plano, checar el chango… ¿eh? no sean malpensados… hay un zoológico y por cierto, cada vez que hay tormenta y crecida de río, los orizabeños siempre claman por la seguridad de los animalitos…
Undécimo: La fábrica de Cocolapan y la Hacienda de Jalapilla, donde el Emperador Maximiliano y doña Carlota hicieron estancia… hoy, los emperadores son los Diez Francos, los Zairick, los Kuri, los Chahín…
Duodécimo: Un maestro de la secundaria Técnica 4 pregunta al alumno: “¿Dónde nació?” y le responde: “Allá, allá enfrente”, señalando el edificio del IMSS… es Orizaba cuna de este instituto que parece que ya dio lo mejor de sí… el Instituto, no el Hospital.
Ya no sé como poner el punto trece en la secuencia que tenía, pero pues va el 13: El Museo de Arte en el Antiguo Oratorio dedicado a San Felipe Neri alberga obras del Sapo, Diego Rivera, 33… no sé si estén de gira o ya estén en Orizaba…
14: ¡Chelas! ¡Chelas! La Cervecería que apagó nuestra sed en las fiestas familiares cuyas fotos que suben mis parientes dan fe de ello…
Y por último, porque ya me alargué: Gabilondo Soler Crí Crí… Sara García… mi tía Evita Muñoz (Chachita)… Parménides García…
Son quince buenas razones, además de su belleza arquitectónica, su gente, su gastronomía y el hecho de que muchos cordobeses de closet quieran ser orizabeños (como Erik Porres Blesa), aunque siempre lo niegue, es que bien merece ser llamada Orizaba, Pueblo Mágico…
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