FESTEJANDO AL BÚHO MAYOR. (II)
René Avilés Fabila siempre se ha distinguido por ser un escritor crítico contra el sistema político, la literatura es el principal campo donde ha desnudado el abuso del poder, las matanzas, crueldades y martirios a que son sometidos los ciudadanos que están contra el sistema, y a pesar del riesgo que significa pensar distinto y denunciar, René Avilés nunca lo ha dejado de hacer, lo antes señalado lo podremos confirmar leyendo el libro: Nueva Utopía y los guerrilleros.
El libro fue publicado en 1973, está integrado por cuentos, notas periodísticas, pequeñas historias, relatos, sin embargo, la obra no carece de unidad, toda la temática es una fuerte crítica contra el echeverriato en particular y en general contra el sistema priista. René Avilés utiliza el sarcasmo, la ironía, la fantasía y ficciones, para describir diversos crímenes, torturas, perseguimientos, y lo más lamentable es que al final de la lectura, se puede percibir que en muchos aspectos lo que sucedía en Nueva Utopía, se quedaba corto con lo que pasaba en México en la realidad.
Independientemente a la diversidad de géneros que se pueden leer en el libro, Nueva Utopía, será el escenario central de todo lo narrado, por supuesto que éste lugar imaginario representa a México: “…y Nueva Utopía que estuvo a punto de ser potencia, ahora padece uno de los subdesarrollos más notables del planeta; sin embargo parece feliz, señores, pues ha eliminado los riesgos que entraña ser altamente rico: primero molestar vecinos, presionarlos, luego quitarles terreno y convertirlos en proveedores de materias primas; y entonces las medidas de Estado inteligentes (muy pocas) fueron trocadas por unas que gracias a su imbecilidad hicieron retroceder el progreso económico y el ritmo de producción natural: construyeron barcos de plomo, escuelas sin maestros, expropiaron compañías nacionales (tres o cuatro)y la entregaron a sus legítimos dueños: los consorcios norteamericanos, inauguraron puentes que se derrumbaron al paso del primer transporte, los políticos se enriquecieron descomunalmente, pusieron aeropuerto donde jamás hubo aviones, etcétera; la consigna presidencial, que ilustra bardas y muros, es contribuir al hundimiento y fortalecer la pobreza y la ignorancia, y cuando llegan las elecciones obtienen el triunfo los candidatos más demagógicos, farsantes y ladrones.”
El control que en Nueva Utopía ejerce el Partido Revolucionario Imperial y su Presidente en turno, es casi absoluto, no obstante aunque sean pocos, siempre hay opositores al régimen, y en Nueva Utopía los que lucharán contra la dictadura perfecta, serán los guerrilleros, quienes están cansados que un pueblo viva feliz y conforme con la miseria, convencidos por políticos baratos, charlatanes, ignorantes. Los guerrilleros representan en Nueva Utopía la conciencia crítica, la oposición riesgosa, pero digna, contra un sistema absolutamente corrupto.
Planteados los escenarios antes descritos, es decir, el lugar llamado: Nueva Utopía (controlado por el Partido Revolucionario Imperial), y sus opositores: Los guerrilleros, se empieza a leer el libro en los diferentes géneros que se integra. La primera narrativa del libro se titula: Los guerrilleros, el cual se desarrolla en tres partes, el suceso central es la heroica matanza que ejecutaron los militares a un grupo de guerrilleros que estaban escondidos en la sierra para hacer la Revolución, la noticia salió en los principales medios oficiales de comunicación, lo trágico de la historia resultó, que las quince personas asesinadas no eran guerrilleros, sino quince muchachos boy-scouts completamente inocentes, esta fue la verdad histórica de estos crímenes, la verdad histórica de Ayotzinapa la seguimos esperando, aquí se comprueba que la realidad supera a la ficción.
En el libro hay relatos que por el sarcasmo utilizado disfrutas mucho, ejemplo de ello es cuando jóvenes de izquierda secuestraron al vetusto dirigente de los obreros un tal Fidel Vázquez, el fin del secuestro consistía en solicitar a cambio de la libertad del Senador y dirigente, la libertad de un cartero que injustamente tenía dos años de estar preso, y ni siquiera auto de formal prisión le habían dictado, el secuestro se realizó y los jóvenes obviamente para recuperar gastos, sólo pedía cien mil pesos en efectivo, el dirigente ofendido por ser secuestrado y sobre todo, porque él valía mucho más que miserables cien mil pesos, les comentó a los muchachos lo siguiente:
“–Ustedes desean cien mil pesos, ¿no es así? Pues yo traigo ciento cincuenta mil en la cartera, en efectivo. Silencio. Volvieron los ojos hacia él. José se puso de pie con violencia y buscó la cartera de Vázquez. Contó sorprendido. Efectivamente, trae poco más de tal cantidad de billetes de mil. – Increíble – dijo Marcelo –, en sábado y sólo salió a pasear con sus nietos, es un hombre que tiene tarjetas de crédito, chequera y en la bolsa lleva una fortuna. Vaya si la política deja en este país.”
Al final el secuestro fue todo un éxito, los jóvenes lograron la libertad del cartero, y el viejo dirigente fue dejado en libertad con sus cincuenta mil pesos en la bolsa, casi todos estaban contentos, menos el dirigente explotador de los obreros: “Aunque en el fondo estaba molestísimo, no con la pérdida de sus cien mil pesos que el secretario del Partido prometió reintegrarle por mandato del señor presidente de la república, se rebelaba al pensar que los comunistas habían valorado su vida en tan poco dinero y lo habían comparado con un vulgar cartero.”
Lo antes narrado son parte de las historias que podrán leer en Nueva Utopía y los guerrilleros, cuando el libro salió publicado y fue leído, el escritor René Avilés Fabila: “Pasó una temporada a la sombra donde puso en duda los aspectos utópicos de su libro más reciente, pues al haber despertado reacciones suspicaces en ciertos lectores y la inquietud de los brutales servicios represivos, lo obligaron a creer que Nueva Utopía, era una pavorosa realidad y no un producto de la fantasía.”
Correo electrónico: miguel_naranjo@nullhotmail.com