Abogando a la “disciplina” característica de las organizaciones y sectores del PRI (por favor, entienda ésta como “sumisión”), podemos estar hablando que ya hay consenso para que haga su nido El Cisne o Pavorreal, en Ruiz Cortines esquina Francisco Moreno… es decir, el primer problema ya se tiene resuelto. Viene ahora atender el segundo problemón…

Y no me refiero a ver de qué tamaño realmente son Amadeo Flores Espinosa, Carlos Brito Gómez y hasta Gonzalo Morgado Huesca, tres ex dirigentes del PRI estatal, quienes mostraron su inconformidad ante el posible ascenso al CDE tricolor de Alberto Silva Ramos. Es decir, si al igual que los demás sectores y organizaciones que ya pusieron gacha su cerviz, se han de “disciplinar” o simplemente aplicarán la de “un año se pasa volando” y a morderse uno de sus “d’esos” aguantando estoicos su rebeldía a la imposición.

Ése no es el segundo problema…

Tampoco lo es el otro dejo de rebeldía de los senadores de Veracruz, los Yunes, que también desaprobaron el ungimiento de Silva Ramos en la dirigencia tricolor… que estén o no, el día de la entronización del Cisne, créanme que tampoco es el segundo problema a resolver en las entrañas del PRI… no.

Menos es problema a resolver, con el inminente (para unos) y eminente (para otros) ascenso de Silva Ramos, quién será la secretaria general del partido.

Sí, se habla de Regina Vázquez Saut, la ex panista que fue diputada federal por Acayucan.

Es curioso, pero si así fuera, la Paloma del Sur, como se le conoce, formaría con Alberto Silva una pinza que podría abarcar norte y sur… ¡ah! claro, y también Vázquez Saut llevaría la representación de Erick Lagos, el otro cuate del Cisne.

Pero… entonces, ¿cuál sería el problema a resolver estando en la dirigencia del PRI Alberto Silva?

Haciendo un poco de historia, el catorce de agosto de este año, el entonces líder de la bancada de los Diputados en San Lázaro, Manlio Fabio Beltrones, solicitó licencia para dejar su curul en aras de contender por la presidencia de su partido.

¿Por qué?

Ah, es que por acuerdo nacional del Consejo Político del PRI, se estipuló que quien asuma dirigencia o cargo de representación popular, pida permiso o licencia, para que se avoque, en aras de responsabilidad social y ética partidista, a la función que se le requiere.

En buen cristiano, todo esto se podría resumir en algo más simple, parafraseando a Arturo Cavero: “El tiempo que te quede libre, si te es posible, dedícalo al PRI”… ¡Mejor que se lo dedique de tiempo completo!

Por supuesto, priistas consultados de inmediato respondieron que realmente no es necesario, aunque el enfoque que se le pretendió dar al Acuerdo del Consejo fue que hubiera un reflejo de ética partidista y ciudadana en el sentido de que, en el caso de Alberto Silva Ramos, siendo diputado federal, no sólo representa los intereses de los ciudadanos del distrito de Tuxpan, sino de todos los mexicanos, y siendo dirigente del PRI estatal, sus intereses serían parciales… bueno, pero en la realidad, es seguro que todos los lectores estén de acuerdo que los intereses que menos cuidan los diputados, del partido que sean, son los nuestros.

Bueno, pero Manlio Fabio Beltrones pidió licencia para contender… y sí, pueden decir que son distintas las circunstancias, pero el acuerdo ahí está, y al menos quien hoy es dirigente del CEN del PRI lo cumplió…

Pero, si hablamos de ética partidista y ciudadana, es posible entonces que este problema, realmente no lo sea para Alberto Silva Ramos, quien es seguro ha de actuar como lo dicta su partido… y su conciencia.

smcainito@nullgmail.com