El Papa Francisco salió a la defensa de la hora de la comida, la cual considera amenazada por los celulares y las tabletas. Durante su audiencia en la Plaza de San Pedro, el Pontífice lamentó la imagen de familias que no se sientan a la mesa juntas, o que cuando lo hacen no hablan. «Cuando los hijos en la mesa están pegados al móvil, y no se escuchan entre ellos, esto no es familia, son jubilados». Afirmó que los cristianos deben tener una especial vocación hacia la convivencia. La nota es de la agencia EFE: