Qué tienen en común una chica de Cinépolis con los dos senadores Héctor y Pepe Yunes, así como el diputado local, Raúl Zarrabal Ferat.
Pareciera que nada… el más aventurado podría decir que quizás la suerte de que como despachadora de boletos, la chica de Cinépolis en plaza El Dorado, los hubiera atendido en alguna ocasión… pero no.
La chica de Cinépolis es un claro ejemplo de que no importa cuántas leyes nuestros legisladores hagan, si no se cumplen… si no se hacen cumplir, no tendrá caso el trabajo de estos personajes y se mantendrá en el desamparo a la parte esencial de al menos por quienes trabajaron estos senadores y este diputado: las madres.
II
Keyla Díaz Martínez es la chica de Cinépolis que denunció haber sido despedida o “renunciada voluntariamente” en esta empresa establecida en plaza El Dorado, de la zona Boca del Río.
Hasta donde las noticias me llevaron con su caso, interpuso queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos por la forma en que fue tratada por sus empleadores, una vez que éstos se enteraron que estaba embarazada.
Por supuesto, la empresa dice que la joven renunció y que esperan para darle su finiquito.
III
Soy sincero. Las únicas leyes que conozco a la perfección es la Ley del Tordo, la del Talión, la de la Selva, la del más Fuerte… pero el pasado lunes me entero que Héctor Yunes Landa, contradiciendo (una vez más) las pretensiones de Javier Duarte de Ochoa de “desfuerar” a los alcaldes, síndicos y hasta a la misma figura del Gobernador, el Senador quiere darle “fuero” a la mujer o más bien, defender sus derechos antes, durante y después de la gestación. Es decir, quiere hacer una Ley sobre la inmunidad laboral maternal, que decanto, nos llevaría a la Chica de Cinépolis.
Y es que en los motivos que expone el Senador, refiere que la maternidad constituye la principal fuente de discriminación laboral de género en México, lo que conlleva a acciones tales como la solicitud de certificado de no embarazo para su contratación, y por supuesto, el despido por esta causa, como lo refirió la Chica de Cinépolis.
Por ello, el Senador propone algunas modificaciones a la Ley Federal del Trabajo como el conceder, en caso de fallecimiento de la madre durante la licencia de maternidad, una licencia de paternidad con goce de sueldo por el tiempo restante al término de la licencia otorgada a la madre, además de proteger la maternidad de las mujeres trabajadoras, gozando de la protección especial del Estado, a través de lo que él llama “inmunidad laboral materna”.
IV
Hace un año, en el facebook de Pepe Yunes Zorrilla escribía lo siguiente: “En los trabajos legislativos del día de hoy (22 de abril), en el Senado de la República aprobamos la reforma de la Ley General de Salud (…) donde se propone establecer lactarios en centros laborales a efectos de que las madres puedan amamantar a sus hijos los primeros 6 meses”.
El 20 de febrero de 2014, en San Lázaro, se reformó algunos artículos de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, de Salud y del IMSS para que las mujeres cuenten con diversos apoyos, como ayuda en especie por seis meses para lactancia y capacitación y fomento para la lactancia materna y amamantamiento. Durante el período de lactancia tendrán derecho a decidir entre contar con dos reposos extraordinarios por día, de media hora cada uno, o bien, un descanso extraordinario por día, de una hora para amamantar a sus hijos o para efectuar la extracción manual de leche, en lugar adecuado e higiénico que designe la institución o dependencia, y una canastilla al nacer el hijo cuyo importe será señalado por el Consejo Técnico.
V
Ello llevó al diputado Raúl Zarrabal Ferat apuntalar esta Ley con algo más enérgico: Patrón que no ofrezca un espacio y permita a las madres amamantar a sus hijos, sancionarlo a través de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia…
Y así se plasmó cuando en la Gaceta Legislativa del 31 de julio, aparece ya reformado el artículo 8, fracción III, inciso a), de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para el Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, para quedar como sigue:
a) Violencia Laboral: Acto u omisión en abuso de poder que daña la autoestima, salud, integridad, libertad y seguridad de la víctima, e impide su desarrollo y atenta contra la igualdad; constituye violencia laboral la negativa ilegal a contratar a la víctima o a respetar su permanencia o condiciones generales de trabajo; la descalificación de trabajo realizado, las amenazas, la intimidación, las humillaciones, la explotación, el impedimento a las mujeres de llevar a cabo el periodo de lactancia previsto en la Ley y todo tipo de discriminación por condición de género; se ejerce por las personas que tienen un vínculo laboral o análogo con la víctima, independientemente de la relación jerárquica (…)
VI
Entonces, si tenemos Leyes que protegen a mujeres como la Chica de Cinépolis, si tenemos a Senadores y diputados que piensan en mujeres como la Chica de Cinépolis, ¿en qué parte de nuestra actividad cotidiana se rompe la buena intención de nuestras leyes cuando la Chica de Cinépolis tiene que recurrir a la Comisión Estatal de Derechos Humanos y nuestras autoridades no acuden ante Cinépolis para salvaguardar los derechos que unos senadores y un diputado, buscan proteger? ¿De qué sirve hacer leyes para las mujeres o para las madres si al final, abusando de la ignorancia o de la jerarquía, a Cinépolis las leyes le valen madres?
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