«La circunstancia de Agustín Basave y el PRD es claramente diferente a la de Beltrones y el PRI. Basave es un nadador a contracorriente llamado al rescate del PRD en terapia intensiva. Beltrones es un «tiburón» designado para asegurar el triunfo de la organización y de lograrlo, mantendría vigencia en un primer plano de la política nacional. Beltrones tiene un amplio margen de maniobra que utiliza con calculada prudencia para ser consecuente con la confianza que se le dispensa; a Basave su circunstancia lo condiciona, por ello su intransigencia con el PAN en Tlaxcala, y el rechazo a David Monreal en Zacatecas». Lo comenta Federico Berrueto en «Milenio».