«La pregunta que se hacen en Los Pinos y en el entorno de Enrique Peña Nieto es si la presencia del Papa Francisco beneficiará al equipo gobernante o si será incómoda para ellos e inquietante para los miles que escucharán la voz del sucesor de Pedro. Porque ese es el punto más difícil por ahora (otros los han sorteado vía logística del viaje): el discurso del Papa. Un discurso muy distinto del neoliberalismo que maneja nuestra clase gobernante. ¿Hasta dónde revolucionará conciencias y qué tanto influirá en las elecciones de junio próximo, antesala del 2018? ¿El discurso de Francisco estará más en sintonía con el de López Obrador y vendrá a favorecerle? Son algunas de las interrogantes que se plantean». Lo comentan Martha Anaya en «24 Horas».