El aniversario de la promulgación de la Reforma Agraria no era el marco para levantar la mano a ningún aspirante a la gubernatura estatal… cada quien su estilo. Si Salinas así lo hizo, no tiene porqué hacerlo Peña Nieto. Aunque hay detalles que no escapan a la vista de quienes gustan del juego de la política: el único aspirante a la gubernatura que estuvo en la guardia de honor en el Faro Venustiano Carranza fue Héctor Yunes Landa. Bueno, pero para que no me digan Hectorista, hay que ser imparciales: los únicos precandidatos al gobierno sentados, codo con codo, con los secretarios y funcionarios federales fueron Héctor y Pepe Yunes.
Por si eso fuera poco, cheque la presencia y ausencia en el Puerto, de los miembros del gabinete de Peña:
Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación y Rosario Robles Berlanga, de la Sedatu, de los que apoyan al senador de Soledad de Doblado, así como Manlio Fabio Beltrones, líder nacional del PRI.
Luis Videgaray Caso, de Hacienda y Crédito Público, y Pepe Calzada, de la Sagarpa, van con Pepe Yunes.
¿Y el Secretario de Educación, Aurelio Nuño? ¡no fue convocado al acto agrario!
No hubo Peña-Señal, pero si uno quiere ver, se percibe quiénes están en el ánimo presidencial.
II
¡Claro! A ello hay que agregar algo… Héctor Yunes Landa tiene el colmillo largo y retorcido, tanto que igual raya el piso del Altiplano, que igual en el área local. ¡Miren que agarrarse del chongo con su primo Miguel Ángel Yunes Linares!
La estrategia es buena para Héctor, porque eso hace que con el “pleito ranchero” con Miguel Ángel, se suba al ring y empiece a generar en el ánimo del militante (en este caso priísta), un escenario donde ubique al Senador, como su seguro candidato y a la vez, permear en el electorado, dos figuras que, de tanto citar en los tablados mediáticos, se fortalecen.
¿Válido? ¡Por supuesto! parodiando un famoso comercial, “entre Yunes nos podemos despedazar ¡pero nunca nos haremos daño!”
II
Las oficinas en Xalapa del senador Pepe Yunes Zorrilla lucen desiertas… quizás porque es arranque de año… quizás porque muchos “ya no le ven futuro” y han decidido buscar nuevos aires. ¡Vamos! Y eso ha sido evidente hasta en quienes antes lo alababan, ponderaban, ensalzaban. Bueno, no hubo mucho que cambiar: Mismos adjetivos, mismo rollo, mismo apellido… sólo se puso otro nombre: ¡Hoy su gallo es Héctor! ¿Válido? ¡Por supuesto! Sobrevivir es el verbo.
Lo cierto es que el peroteño juega sus cartas como igual las juega su “tío Héctor” y a la vez, el grupo de los duartistas. ¿Válido? ¡Por supuesto! De qué se trata al final todo esto más que de asumir o mantener el Poder.
El asunto no debe espantarnos. El Poder no es malo, sino el modo en que se usa, abusa o simplemente no se usa.
Para muchos, el pintar su raya, el mantener distancia, el silencio de Pepe, es el deseo manifiesto de que quiere ir por la de seis años. Pero… ¿qué pasa si Los Pinos decide irse con el priista que tiene mejor imagen ante los ciudadanos, que nunca ha estado envuelto en escándalos, sin ápice de corrupción? Digo, está bien que los afines a Pepe piensen en una gubernatura de seis años, pero para llegar a ella, primero se tiene que ganar la de dos y se supone que debe ser con el mejor candidato.
III
¿Por qué dejar Comunicación Social de Gobierno del Estado cuando era el mejor escaparate que pudiera tener Alberto Silva Ramos para echar rostro a lo largo y ancho de Veracruz? ¡Claro! para cumplir el mismo requisito que se le pidió también a Javier Duarte de Ochoa cuando lo postularon como candidato a la Gubernatura: un cargo de elección popular, previo.
Para el duartismo, Silva Ramos es su carta fuerte. El Cisne sabe aprovechar muy bien los medios a su alcance para proyectarse. Un ejemplo simple: Ayer, ante la ausencia de Nuño, se tomó foto con Osorio Chong; foto, con Manlio Fabio Beltrones; foto, con Jorge Herrera Caldera, gobernador de Durango; con Claudia Pavlovich, gobernadora de Sonora; ¡vamos! ¡hasta con Pepe Yunes se tomó la foto! No se tomó la selfie con Enrique Peña Nieto porque el presidente tuvo mucho cuidado de evitar malos entendidos o señales equivocadas.
Lo que sí es cierto, es que el Duartismo juega sus cartas hasta el final en aras de negociar la candidatura a esta gubernatura de dos años que, primero, nadie quería y hoy es la más deseada.
IV
Héctor Yunes Landa igual se juega sus cartas. Se “bronquea” con su primo, quien lo ubica en el ring como “el candidato del PRI” a vencer. ¡Claro! También Miguel Ángel Yunes Linares juega sus cartas. ¿Por qué habría de preferir Miguel a Héctor, antes que a Beto o Pepe?
Bueno… Quizás porque Beto no se mide cuando de señalar defectos se trata: hiere, lastima, ofende. ¡Vamos! Nos queda claro que tanto El Cisne como Miyuli saben que la política es un deporte de contacto. Si le entras, te van a pegar; y si te pegan ¡te aguantas!
Pero, ¿por qué excluir a Pepe? cuando es seguro que jamás, nunca de los nunca, ha de salir un vituperio por parte del peroteño contra el choleño.
La táctica de Yunes Linares pareciera ser que prefiere de contendiente en su lucha por el poder a Héctor antes que a Beto o a Pepe. El asunto sería saber el porqué.
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