“Humanistas de Mesoamérica I”

A través de los siglos la palabra humanista ha tenido una gran variedad de usos, en la época del renacimiento fueron llamados humanistas los grandes escritores versados en griego y latín, quienes vertieron obras clásicas de esas lenguas a su lengua vernácula. La palabra humanista en su esencia es regresar, conocer, y leer a los grandes pensadores clásicos. El Doctor Miguel León-Portilla en dos pequeños tomos titulados: Humanistas de Mesoamérica, escribió semblanzas sobre cinco grandes humanistas, los cuales son: Nezahualcóyotl, Sebastián Ramírez de Fuenleal, Lorenzo Boturini Benaduci, Francisco Xavier Clavijero, Ángel María Garibay.
Los dos tomos fueron publicados por el Fondo de Cultura Económica en 1997. En estas semblanzas el Doctor León-Portilla escribió sobre la vida y obra de estos grandes poetas, historiadores, cronistas, juristas, filólogos, maestros, políticos, y religiosos. Es importante remarcar que los cinco humanistas biografiados, tienen la característica en común que todos están completamente ligados al mundo prehispánico, hoy gracias a las obras escritas de León-Portilla, podemos conocer y leer el pensamiento clásico de nuestros humanistas, y el seleccionado para tal fin es Nezahualcóyotl.
Al conocer vida y obra de Nezahualcóyotl, lo primero que se aprende es que no siempre nuestros gobernantes han sido personas iletradas, incultas. El Príncipe de Tetzcoco es conocido como el Príncipe sabio. Nezahualcóyotl fue un poeta que desde su juventud recibió una seria formación y escribió varios poemas de los cuales se han logrado conservar un promedio de treinta, a través del estudio de estos poemas, se puede conocer parte del pensamiento filosófico de Nezahualcóyotl.
La cultura y la política no fue sinónimo de división para Nezahualcóyotl, el Doctor León-Portilla en esta semblanza escribió: “Su largo reinado de más de cuarenta años aparece en los textos como una época de esplendor en la que florecen extraordinariamente las artes y la cultura. Nezahualcóyotl edificó palacios, templos, jardines botánicos y zoológicos. Fue consejero de los reyes aztecas y, como arquitecto extraordinario, dirigió la construcción de las calzadas, las obras de introducción del agua a México, la edificación de los diques o albarradas para aislar las aguas saladas de los lagos e impedir futuras inundaciones. Llegaron a ser sus palacios con salas dedicadas a la música y a la poesía, en donde se reunían los sabios, los conocedores de los astros, los sacerdotes, los jueces y todos cuantos se interesaban por lo más elevado de las creaciones dentro de ese nuevo florecimiento cultural hondamente cimentado en la tradición de los toltecas.”
Por supuesto que no todo resultó bonanza en la vida del Príncipe sabio, siendo muy joven su padre fue asesinado, y Nezahualcóyotl tuvo que luchar para recuperar su reino. La madre del sabio joven descendía directamente de sangre Azteca, Nezahualcóyotl logró una alianza con este pueblo guerrero que fue determinante en la reconquista de su reino. Una vez recuperado el trono de Tetzcoco, el Rey sabio no tan solo gobernó por más de cuarenta años, además, se convirtió en uno de los grandes consejeros del Soberano Azteca, y sobre esta importante posición el Doctor León-Portilla escribió lo siguiente:
“Es cierto que, por su alianza con México-Tenochtitlan, hubo de participar en numerosas guerras y tuvo también que transgredir en lo tocante a prácticas y ceremonias religiosas con las que en más de una ocasión manifestó su desacuerdo. Pero, según parece, en su vida personal se apartó del culto a los dioses de la religión oficial y se opuso, hasta donde le fue posible, al rito de los sacrificios de hombres. Y aunque no pudo de todo punto quitar el sacrificio de los hombres, conforme a los ritos mexicanos, todavía alcanzó con ellos que tan solamente sacrificasen a los habidos en guerras, esclavos y cautivos y no a sus hijos y naturales que solían tener de costumbre…”
El actuar del Rey sabio como hombre de Estado es ampliamente reconocido, sin embargo, su figura como hombre de letras considero que ha sido menos estudiada, y es precisamente lo que León-Portilla logra a través de estas semblanzas, porque nos presenta a Nezahualcóyotl el poeta, y al momento de leerlo, claramente se percibe todo un pensamiento filosófico sobre la vida, la muerte, el más allá, Dios como ser, el tiempo, la nada, por supuesto que los temas antes señalados son interpretaciones subjetivas de quien escribe, en cada lector puede variar el análisis, y para que usted conozca los poemas de Nezahualcóyotl y realice su propia interpretación, me permitiré transcribir el siguiente:
Yo, Nezahualcóyotl, lo pregunto:
¿Acaso de veras se vive con razón en la tierra?
No para siempre en la tierra:
Sólo un poco aquí.
Aunque sea de jade se quiebra,
Aunque sea de oro se rompe,
Aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la Tierra:
Sólo un poco aquí.

Finalmente, si los políticos actuales leyeran a través del Doctor Miguel León-Portilla, los poemas de Nezahualcóyotl, aprenderían que nada es para siempre en la tierra, sólo somos seres de paso, y con esta enseñanza seguro estoy que robarían menos, porque ya habrán aprendido que “Aunque sea de oro se rompe”, y si no se vuelven gobernantes sabios y humanistas, por lo menos podrían ser gobernantes humanitaristas, por lo tanto, la premisa consiste en que cómo podemos exigir grandes gobernantes, si casi ninguno ha leído un libro.
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