En el presente mes de marzo el escritor Mario Vargas Llosa cumplirá 80 años de vida. Vargas Llosa es uno de los grandes escritores contemporáneos de las letras hispanoamericanas, su amplia obra abarca cuentos, novelas, ensayos, obras de teatro, relatos, y artículos periodísticos. En su larga trayectoria como escritor ha recibido importantes premios entre los que destacan, el Premio Cervantes de Literatura en 1994, y por supuesto el Premio Nobel de Literatura recibido en el 2010.
El escritor peruano-español inició su carrera muy joven, y luego, luego, obtuvo amplios reconocimientos. En 1959 (tenía 23 años de edad) salió publicado su primer libro titulado: Los jefes, la obra está integrada por seis cuentos y en ese mismo año fue reconocida con el otorgamiento del Premio Leopoldo Alas. Para Vargas Llosa la década de los sesentas fue iniciación y consolidación como escritor, y la mejor manera de confirmar lo antes afirmado, es leyendo las principales obras escritas en los sesentas, iniciando el mes dedicado a Vargas Llosa con el libro de cuentos: Los jefes.
Los cuentos que integran el libro son: “Los jefes, El desafío, El hermano menor, Día domingo, Un visitante, El abuelo.” Cuando se empiezan a leer los relatos, inmediatamente se percibe la pluma de un escritor con prosapia, la temática es variada, el desarrollo de las historias son claras, puntuales y los finales son espectaculares, e incluso en la mayoría de los cuentos considero que el verdadero mensaje se encuentra en el final de la historia, pero aún hay algo más por comentar, y es que parte importante de la temática que desarrolla Vargas Llosa en los relatos, son experiencias vividas, el ejemplo es el cuento Los jefes.
En Los Jefes, la historia central es una huelga que organizan un grupo de estudiantes debido a que el Director del plantel llamado Ferrufino, les informó que para los exámenes finales no habría horario establecido, todo sería improvisado, esto podía implicar que el estudiante hoy estudiara Matemáticas y mañana de manera inusitada le aplicaran el examen de historia o física, la medida impuesta por Ferrufino molestó y preocupó a todos los alumnos, estos de unieron y decidieron no ingresar al Colegio hasta que hubiera horarios establecidos para los exámenes finales, en plena lucha el Director Ferrufino se reunió con la comitiva que organizaba la huelga y se dio el siguiente dialogo:
“– ¿Saben ustedes como se llama esto? Se llama rebelión, insurrección. ¿Creen ustedes que voy a someterme a los caprichos de unos ociosos? Las insolencias las aplasto… Bajaba y subía la voz. Lo veía esforzarse por no gritar. ¿Por qué no revienta de una vez? Pensé. ¡Cobarde! se había parado. Una mancha gris flotaba en torno de sus manos, apoyadas sobre el vidrio del escritorio. De pronto su voz ascendió, se volvió áspera: -¡Fuera! Quien vuelva a mencionar los exámenes será castigado. –Señor Director, Tampoco nosotros podemos aceptar que nos jalen a todos porque quiera que no haya horarios. ¿Por qué quiere que todos saquemos notas bajas? ¿Por qué…? Ferrufino se había acercado. Casi lo tocaba con su cuerpo. Lu, pálido, aterrado, continuaba hablando: -…estamos ya cansados… – ¡Cállate! el Director había levantado los brazos y en sus puños estrujaba algo. – ¡Cállate! –repitió con ira –. ¡Cállate, animal! ¡Cómo te atreves!”
Treinta y cuatro años después de escribir Los jefes, Mario Vargas Llosa nos cuenta en su libro: El pez en el agua, el cual narra parte de su autobiografía, el verdadero origen del cuento: “Ya avanzado el semestre, un buen día el doctor Marroquín nos comunicó a los de quinto años que, esta vez, los exámenes finales no se tomarían de acuerdo a un horario preestablecido, sino de improviso. La razón de esta medida experimental era poder evaluar con mayor exactitud los conocimientos del alumno.
Cundió el pánico en la clase. Con Javier Silva alborotamos a los compañeros para rebelarnos contra el experimento (mucho después supe que aquel proyecto había sido la tesis de grado del doctor Marroquín). Celebramos reuniones y una asamblea en la que se nombró una comisión, presidida por mí, para hablar con el director. Nos recibió en su despacho y me escuchó educadamente pedirle que pusiera horarios. Pero nos dijo que la decisión era irrevocable.
Entonces, planeamos una huelga. No iríamos a clases, hasta que se levantara la medida. –En esa época una huelga escolar era insólita –, comenzaron a murmurar que podrían expulsarnos. Cito el episodio de la frustrada huelga porque sería tema del primer cuento mío Los (Jefes), y porque en él se vislumbran los primeros brotes de inquietud.”
La historia completa del cuento “Los jefes” es tan cautivante como lo es el magistral cuento: “El desafío”. Aquí la historia central es una pelea callejera de dos jóvenes que sin motivos fuertes se odiaban, un día el cojo se encontró a Justo y estuvieron a punto de enfrentarse a golpes en la calle, pero gracias a la presencia de un sacerdote todo quedo en amenazas y en una cita para de una vez aclarar cuentas. Justo se hizo acompañar de sus amigos León, Briceño y otros, a la balsa lugar del encuentro, el cojo llegó con sus amigos, antes de que iniciara la pelea con cuchillo en manos, arribó al lugar Leonidas, todos se le quedaron viendo, el viejo Leonidas se le acercó a Justo y le dio consejos de como pelear, le dijo que nunca se le acercara a el cojo, que manteniendo distancia y haciéndolo correr dando vueltas lo cansaría, estando la lucha en plenitud, el cojo le gritaba a Leonidas:
“¡Don Leonidas! –Gritó de nuevo, con acento furioso e implorante –. ¡Dígale que se rinda! – ¡Calla y pelea! –bramó Leonidas, sin vacilar.”
La pelea callejera terminó en tragedia, Justo murió, pero lo más impactante del cuento es saber que Leonidas era el papá de Justo.
Al final de la lectura de los cuentos que integran el libro: Los Jefes, independientemente a todas las reflexiones que te provocan los temas desarrollados, queda muy claro que Mario Vargas Llosa a sus entonces 23 años de edad, era un escritor con enormes facultades narrativas, y esto lo ratificaría cuatro años después al ser publicada su primera novela: La ciudad y los perros.
Correo electrónico: miguel_naranjo@nullhotmail.com