Al evento de Héctor le llovió bonito… hubo tierra y hasta algunos “se dieron en la maceta” en el registro ante el OPLE del candidato de la alianza “Para mejorar Veracruz”.

Las instalaciones del Organismo Público Local Electoral estaban abarrotadas por seguidores de Héctor Yunes Landa y de prensa, por lo que entrar implicaba un verdadero reto y no dejaba uno de recordar esa frase de Amadeo Flores Espinosa: “Si no hay empujones, no estaríamos en un acto de partido”.

II

La diferencia es abismal del exterior al interior. Afuera, la pertinaz llovizna y la baja temperatura; adentro, el cálido recibimiento de Sandra Soto que nos refugia entre sus brazos una y otra vez para darnos calor pues no llevamos abrigo… A su lado, Acela Medina Servín. Ambas damas van a trabajar al lado de Nora Angélica López Delgado, quien se enfila como candidata del PRI por el distrito de Coatepec: “representa a la militancia femenina de prestigio y trabajo”, sostiene la cálida Sandra, quien dice que a Héctor, “más que fotos, le vamos a dar votos”.

III

Dos secretarias de la CNC, presentes: la General, Marcela Aguilera Landeta, y la de Acción Femenil, Elena Córdova. Una paisana igual se hace presente: Natalia… no Callejas, sino Petrone Montes, y por ahí aparece Alejandro Banuet Guiot, uno de los principales responsables del diseño del periódico “Reforma” y “El Norte”, entre otros, ¡y tiene sangre xalapeña! aunque la mayor parte de su vida la lleva en Monterrey. Platica largo y tendido con el candidato por el nuevo distrito de Ciudad Mendoza, Jorge David Reyes Vera, a quien identifican más como el sobrino del Arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios.

Poco a poco, antes del mediodía, van apareciendo los actores políticos a lo que será el registro de Héctor: Manuel Cavazos Lerma y su inseparable sombrero, Jesús Medellín Muñoz, Beto Meza Abud, Lalo Robles Castellanos, José Luis “el Negro” Santiago, Martha Montoya y Alicia González Cerecedo, Regina “La Paloma” Vázquez Saut, Cirilo Rincón Aguilar, Erika Ayala, el tocayo de Sandra Soto: Sandro Gómez, y Corintia Cruz Oregón, entre otros.

III

Son las doce pasados quince minutos y aparece Verónica de la Medina ataviada en un conjunto negro con blusa verde… aunado a los gritos de “¡Equipo!” y de “¡Héctor!”, así como de la presencia también de Marco Hernández, el escudero del choleño, todo indica que Yunes Landa viene en camino o intenta abrirse paso ante la cantidad de gente que hay antes de llegar al recinto donde han de recibir su documentación.

Las sillas entonces sirven como plataformas para camarógrafos, fotógrafos, Jorge Reyes Vera y hasta para la prima de Gustavo Filobello Niño, señora de cabeza alba que ágilmente se sube y de inmediato desenfunda su celular para no perderse detalle grabando un video. Doña Blanca Luz Aguilar Filobello nos dice en corto que es amiga de Héctor y priista por convicción. Y así como hábilmente se subió, ¡igual se bajó!

IV

Tras la entrega de la documentación a las autoridades del OPLE, Héctor pide la palabra y se dirige a Verónica de la Medina como su motor, su sostén, su vida, a la vez que extendiendo la mano, la invita a pasar a su lado.

Héctor Yunes cita que ante quien apueste al odio, él ofrecerá concordia; a quien recurra al olvido, él acudirá a la memoria; a quien genere el insulto, él ofrecerá respeto; y quien busque venganza, él clamará justicia. Bueno, no lo dijo así, pero ésa es la idea. También pidió a los demás aspirantes a la gubernatura que presenten su declaración patrimonial como él la hizo, “que digan lo que tienen y cómo lo han obtenido”. Y remató diciendo que a él “no lo motivan obsesiones, fobias o amarguras para gobernar”.

V

La conclusión del evento fue entre abrazos, felicitaciones y fotos del recuerdo, mientras Verónica de la Medina, discreta, se retiraba y atisbaba por la ventana un paisaje de llovizna y algunos tejados que se resisten a desaparecer del paisaje xalapeño. ¡Hizo bien! Pues la masa que se conformó de fotógrafos que buscaban los miles de ángulos de Héctor Yunes y quienes posaban con él para la foto, hizo que Cirilo Rincón Aguilar perdiera el equilibrio y tropezando con una maceta, tocara el suelo mientras que Marco Antonio Aguilar Yunes, el representante del PRI ante el OPLE, hacía juegos malabares para no correr la misma suerte que el de Martínez de la Torre y recuperó la vertical para ayudar a incorporarse a su amigo. Metros adelante, un fotógrafo tropezaba con otra maceta y la tierra se esparcía ante la indiferencia de quienes buscaban una foto más a y con Héctor.

La salida del OPLE fue igual que la entrada. Apretada, con algunos desesperados que gritaban “avancen” y otros que simplemente aplicaban la filosofía de Amadeo Flores Espinosa, dirigente del PRI estatal: “Si no hay empujones, no estaríamos en un acto de partido”. Sí, en el evento de Héctor, le llovió, corrió la tierra y algunos, hasta se dieron en la maceta.