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Notimex y Reuters

El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el más votado en las últimas elecciones y principal miembro de la coalición de gobierno, anunció hoy su retirada del gobierno de Dilma Rousseff, lo que acelera la crisis del Ejecutivo.

En una breve votación del directorio nacional, celebrada esta tarde en Brasilia, el PMDB votó por unanimidad salir del Gobierno de la presidenta Rousseff, dejar los cargos que ocupa actualmente y no vincular sus votaciones en el Legislativo a la voluntad del Ejecutivo.

A partir de hoy, en esta reunión histórica, el PMDB se retira de la base del Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff y nadie en el país está autorizado a ejercer cualquier cargo federal en nombre del PMDB”, dijo el senador Romero Jucá, que presidió la sesión.

La salida del PMDB, que controla 69 de los 513 escaños de la Cámara Baja, supone un duro golpe para Rousseff, quien tiene ahora más difícil reunir los 172 votos necesarios para impedir su eventual destitución por juicio político en el Legislativo.

La oposición está aumentando la presión para someter a Rousseff a un juicio político por romper presuntamente las leyes presupuestarias.

Sus esfuerzos ganaron impulso gracias al aumento de la frustración entre los brasileños por la peor recesión que vive el país en décadas y un vasto escándalo de corrupción que afecta al círculo íntimo de la presidenta.

Rousseff ha rechazado las acusaciones de irregularidades y afirmó que el intento para someterla a un juicio político es un golpe de Estado.

La pérdida por parte de Rousseff de su principal socio de coalición podría empujar a que partidos más pequeños abandonen también el Gobierno, dejando a la primera presidenta de Brasil cada vez más aislada, mientras el proceso por su destitución se acerca a su primera votación, algo que podría ocurrir a mediados de abril.

Los inversores, cansados de las políticas económicas intervencionistas de Rousseff y una recesión cada vez más profunda, ven con buenos ojos su posible salida, lo que se ha traducido en un alza del 8 por ciento del real brasileño este año, mientras el índice referencial de la bolsa, el Bovespa, avanzó un 19 por ciento.