Una fotografía en blanco y negro reposa sobre una silla de madera, iluminada con una veladora encendida en uno de los rincones de una casa de block y láminas. Es la imagen de Alberto Uriel Pérez Cruz uno de los tres jóvenes que fueron desaparecidos por los policías municipales de Papantla.
A un costado, una mujer sentada sobre un sillón roto lee las notas publicadas en los periódicos impresos sobre la detención de los elementos del cuerpo policial por su presunta participación en la desaparición forzada de los jóvenes, ocurrido el pasado 19 de marzo de este año.
«No me importa cuando leas esto, te amo. Juntos por siempre», se lee en uno de los cinco mensajes con faltas de ortografía que le dejó su novia quien se le identifica como Bris. Ya son diez días que no saben nada de él y de su amigo de infancia, Luis Humberto Morales Santiago, así como de Jesús Alan Ticante Olmedo, de 24 años de edad.
Alberto Uriel Pérez, de 19 años de edad y otros dos adolescentes más fueron detenidos por la Policía Municipal sobre la calle Margarita en la colonia Lizardi, la mañana del sábado pasado 19 de marzo, y desde entonces no aparecen; el automóvil permanece en la Unidad de Procuración de Justicia de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Papantla.
Los hechos
De acuerdo con los datos que les han proporcionado a los familiares, dos de los tres jóvenes eran perseguidos por los policías municipales a bordo de la patrulla marcada con los números 084, ya que vía telefónica y en anonimato, les reportaron que Alberto Uriel Pérez y su novia Bris tenían un conflicto, por lo que se requería de la presencia policial.
Al ver que personal de la seguridad pública llegaba al lugar, los adolescentes trataron de huir a bordo de un vehículo marca Aveo color rojo, con número de placas YJT- 81- 53, el cual presuntamente tenía reporte de robo. Por lo que comenzó la persecución y no fue hasta la calle 16 de Septiembre donde fueron detenidos porque les poncharon las llantas del carro donde se trasladaban.
En el transcurso de los hechos los policías solicitaron refuerzos a su base, por la cual llegaron en las patrullas 060 y 061, donde según testigos, ahí fueron subidos y hasta ahora se desconoce el paradero de los tres jovencitos.
Pero dos de ellos trabajaban como ayudantes de la albañilería principalmente. Alberto Uriel Pérez en ocasiones agarraba el taxi de su padre
para ganar dinero o a veces vendía tortillas en motocicletas, cuenta su papá Alberto Pérez, sentado en la puerta del cuarto de su hijo desaparecido.
Afuera de su domicilio, situado sobre la calle Puxku de la colonia Unidad y Trabajo, ruega que los detenidos confiesen en dónde dejaron a los jóvenes. «No importa si ya no están vivos, pero que nos digan dónde están para ir a recoger los cuerpos», exclama mientras observa otra fotografía de su hijo Alberto Uriel Pérez que sostenía en sus manos.
Mientras que el caso de Jesús Alan Ticante Olmedo, de 24 años de edad, su papá José Ignacio Ticante Xochihua sospecha que su hijo fue «levantado» por el policía Melchor Olarte García, ya que en varias ocasiones lo amenazó de matarlo por tener un relación sentimental con su hijastra de 17 años de edad, y él de 24 años.
Aunque también comentó que Jesús Alán Ticante tuvo un conflicto con un ex socio de la colonia Independencia de la ciudad de Poza Rica, con quien mantenía un negocio de servicios de mantenimiento y reparación de computadoras. Éste último le robaron los equipos dentro de su local, y lo acuso de que él era el culpable.
Hasta las 2:00 de la tarde habían sido detenidos ocho policías municipales, como presuntos responsables de la desaparición forzada de los jóvenes de Papantla.
Entre los detenidos está el mando de la corporación, Bernardino Olmedo Castillo, así como Higinio Bastián Santiago, Rufino Pérez Baltazar, José Luis Ramiro García, Benito Velázquez, Reyes León de la Cruz, Mauro Olmedo y José Luis Santiago Ramos del área operativa.