Los Grupos de Defensa Nacional, milicias progubernamentales sirias, hallaron hoy una fosa común con los cadáveres de 40 personas, incluidos tres menores y cinco mujeres, decapitadas por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en la ciudad monumental de Palmira.
Fuentes sobre el terreno explicaron a la agencia de noticias oficial siria, SANA, que los cadáveres presentaban signos de torturas.
Los milicianos e ingenieros del Ejército sirio encontraron la fosa cuando llevaban a cabo labores de “peinado” en el barrio de Masaken al Yahizia, en el extrarradio nororiental de Palmira, que se ubica en el este de la provincia central siria de Homs.
La labor de recuperación de cadáveres en esa zona todavía continúa.
Palmira, cuyas ruinas grecorromanas son Patrimonio Mundial de la Unesco, fue retomada por las autoridades sirias el pasado 27 de marzo, tras combates contra el EI, que la controlaba desde el 20 de mayo de 2015.
Las fuentes agregaron que todavía prosiguen las tareas de desminado y desactivación de artefactos explosivos colocados por los extremistas en Palmira y sus alrededores.
Al territorio sirio han llegado esta semana dos tandas de zapadores rusos a petición de Siria para ayudar a las fuerzas armadas nacionales a limpiar 180 hectáreas de la población, donde podría haber minas y bombas dejadas por los terroristas, según informaciones de las que dispone SANA.