Un niño de tres años de edad, fue rescatado de un pozo en la ciudad de Weifang, provincia de Shandong, al este de China.
De acuerdo a medios locales, el menor cayo al foso mientras se encontraba jugando a su alrededor, el pasado 31 de marzo.
Al llegar al sitio, los bomberos se percataron que no podían rescatar al infante yendo al fondo del pozo, ya que éste tenía una profundidad de 90 metros, y la boca era tan solo 30 centímetros.
Tras varios intentos, el equipo de rescate inyectó oxígeno en el pozo y usó un detector para identificar la posición exacta del niño. Tras lo cual descubrieron que se encontraba atascado a unos 11.8 metros de profundidad.
Fue con una cuerda que el menor pudo ser rescatado, luego de que los bomberos le pidieran a éste que pusiera la mano en el nudo de la soga.
Tras dos horas de extensos trabajos, y preocupación por parte de la familia, el niño fue trasladado al hospital, donde se confirmó que se encontraba en buen estado.