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AP

Un juez federal estadunidense desechó una demanda contra el fabricante de autos Porsche, a bordo del cual se estrelló y murió el protagonista de “Rápido y Furioso”, Paul Walker, el 30 de noviembre de 2013.

Kristina Rodas, viuda de Roger Rodas, quien conducía el auto acompañado por Walker, presentó una demanda por “muerte equivocada” en contra del fabricante, a quien responsabilizaba por el accidente.

El juez federal Phillip Gutiérrez determinó que la demandante no presentó evidencias suficientes en torno al accidente del auto deportivo Porsche GT, que se estrelló en una calle de Santa Clarita, California.

La viuda de Rodas aseguraba que el vehículo tenía fallas mecánicas graves en su diseño, que hicieron que el conductor perdiera el control del vehículo y se estrellara.

La mujer aseguró que el auto era conducido dentro de los límites de velocidad de la ciudad, pero el Departamento del Sheriff de Los Ángeles determinó que la velocidad al momento del accidente era de al menos 140 kilómetros por hora.

El vehículo chocó con árboles y un poste de luz antes de incendiarsem y los dos pasajeros quedaron atrapados por las llamas.

El fallo del juez es ajeno a la demanda que también presentaron la viuda y la hija de Walker en 2015, según la cual el fabricante ignoró regulaciones de seguridad en el vehículo que puede alcanzar una velocidad mayor a los 300 kilómetros por hora.

En 2015 la compañía Porsche emitió un comunicado para señalar la responsabilidad del actor en su propia muerte.