A pocas semanas de conseguir el milagro de coronarse en la Premier League, Leicester perdió a uno de sus aficionados más fieles, que sobrevivió al cáncer más tiempo del que los médicos le habían diagnosticado, gracias a la ilusión de ver a su equipo alzarse con el título.
Sin embargo, Tony Skeffington perdió la batalla contra el cáncer, a sólo cuatro semanas de que culminara el torneo en Inglaterra, donde los Foxes se mantienen en la cima, a cinco puntos de su más cercano perseguidor, el Tottenham.
El hombre, de 51 años, no podía irse de este mundo de otra forma, lo hizo viendo a su amado Leicester en el empate 2-2 contra West Ham, en el que usó toda la fuerza que le quedaba para festejar el gol de Jamie Vardy, contó su esposa en entrevista con The Sun.
«Llamé a sus hijos y nos sentamos a ver el partido del Leicester juntos. Él saltó un poco de su asiento cuando Vardy anotó. Ya no podía caminar, así que nos sorprendimos cuando se levantó de su asiento», explicó su esposa, Donna.
«No podía hablar mucho, pero sus últimas palabras las usó viendo al Leicester, portando la bufanda del equipo. Usó toda su energía en el último juego. Estaba hablando con sus hijos e hija sobre las decisiones arbitrales del juego», añadió.
Donna comentó también que Skeffington ya no estaba lúcido, la enfermedad lo estaba consumiendo, pero confesó que su esposo «vivía y respiraba al Leicester City. Ahora los estará apoyando desde allá arriba».
Ironías de la vida, el pasado mes de febrero los médicos le dijeron a Tony que sólo le quedaban cuatro semanas de vida, pero se aferró para intentar ver proclamarse campeón a su equipo, ahora las mismas cuatro semanas son las que le faltan a los Foxes para conseguir dicho objetivo, pero Skeffington no podrá celebrarlo en vida.
Leicester tiene un ángel más que podrá ayudarlos en su camino al título.