El Gobierno de Arabia Saudita, presidido por el Rey Salman bin Abdelaziz, aprobó hoy un ambicioso plan cuyo objetivo es reducir la dependencia del petróleo, desarrollando las inversiones y aumentando las exportaciones no petroleras de aquí al año 2030.
El Consejo de Ministros saudí informó en un comunicado que ha aprobado el denominado “Proyecto de la Visión de Arabia Saudita-2030”, que incluye, entre otras cosas, la venta de hasta un cinco por ciento de las acciones de la empresa Aramco y sus empresas filiales y la salida a Bolsa de la firma.
Asimismo, el Ejecutivo ha encargado al Consejo de Asuntos Económicos y Desarrollo, presidido por el segundo príncipe heredero y ministro de Defensa, Mohamed bin Salmán, que elabore los mecanismos y medidas necesarias para cumplir con el plan y seguirlo.
El monarca destacó en un discurso televisado y dirigido a la población que con este proyecto su país espera convertirse en “un modelo para el mundo en todos los niveles”, e instó a sus compatriotas a trabajar para materializar este ambicioso plan.
Por su parte, el vicepríncipe heredero dijo en una entrevista a la cadena de televisión Al Arabiya, la primera que otorga a una emisora desde que asumió su puesto, que este plan se convierte en la hoja de ruta para los próximos 15 años.
“El principal objetivo de este proceso será hacer que la economía nacional deje de depender del crudo para diversificar las inversiones y las fuentes de los ingresos”, subrayó Mohamed bin Salmán.
Asimismo, adelantó que Aramco, después de este proceso, quedará sometida al control de los bancos y de todos.
También negó que el lanzamiento de este proyecto esté relacionado con la caída de los precios del crudo, que han obligado al ultracoservador reino y a sus vecinos del golfo Pérsico a reducir numerosos subsidios.
“Un aumento en los precios respaldarían el proyecto, pero no tendrían un efecto en él”, indicó antes de subrayar: “Necesitamos el petróleo, pero nosotros viviremos en el año 2020 sin el crudo”, agregó.
Además, destacó que el Fondo General de Inversiones saudí, que obtuvo unas ganancias de 30.000 millones riales saudíes (9.000 millones de dólares) en el año 2015, controlará alrededor de un 10 por ciento de la capacidad inversora mundial.
“Yo presidiré el consejo administrativo de ese fondo, pero las decisiones no estarán sólo en mi, sino en el consejo”, subrayó.
Además, destacó que la ventaja de este gran plan para 2030 es que no requiere un gran gasto estatal, sino una reestructuración de los sectores gubernamentales.
Por otro lado, indicó que la iniciativa permitirá la disminución de la tasa actual de paro del 11,6 por ciento al 7 por ciento; y favorecerá el aumento de la participación del sector privado en la economía hasta un 65 por ciento y la participación de la mujer en el mercado laboral hasta un 30 por ciento.
También, precisó que la hoja de ruta contempla la creación de una industria militar.
“Es ilógico que seamos el tercer o cuatro país del mundo en gasto militar y no poseamos una industria militar”, apuntó en este sentido.