El Banco Mundial (BM) aumentó sus previsiones sobre el precio del petróleo este año de 37 a 41 dólares el barril y redujo las de los productos agrícolas, según su informe de Perspectivas del Mercado de Materias Primas, publicado hoy.
El BM atribuyó su pronóstico de mantenimiento de la recuperación del precio del crudo a una anticipada disminución del exceso de oferta mundial, en medio de una mejora de las percepciones del mercado y el debilitamiento del dólar estadunidense.
“La mayor parte de los precios de las materias primas repuntaron en febrero-marzo desde sus bajos niveles de enero, gracias a la mejora de la confianza del mercado y el debilitamiento del dólar“, dice el informe, que reconoce no obstante que el precio medio de los productos básicos energéticos en el primer trimestre ha caído un 21 % respecto a los tres meses anteriores, y los no energéticos un 2 %.
Sobre el petróleo, asegura que dado el reciente rebote de los precios (después de que en enero llegaran a 25 dólares por barril) y teniendo en cuenta el esperado recorte de la oferta en la segunda mitad del año, las perspectivas son que alcance los 41 dólares, cifra que aún es un 19% menor que los niveles de 2015.
El BM achacó la recuperación del precio del crudo registrada hasta ahora a alteraciones en la producción de Irak y Nigeria y a una disminución en la producción de los países no pertenecientes a la OPEP, principalmente el petróleo de esquisto de los Estados Unidos.
“Esperamos precios ligeramente superiores para los productos energéticos básicos en el transcurso del año, cuando los mercados se restablezcan luego de un período de oferta excesiva”, indicó John Baffes, autor principal del informe.
No obstante, Baffes alertó de que “los precios de la energía podrían disminuir aún más si la OPEP aumenta la producción significativamente, y la producción de los países que no pertenecen a la OPEP no se reduce tan rápido como se prevé”.
Respecto al precio de los metales, el informe prevé que se reduzca un 8 %, un retroceso algo menor a la proyectada en enero, también debido a una caída de la oferta.
Los precios del crudo y los metales están ahora entre un 50 % y un 70 % por debajo de los máximos alcanzados a principios de 2011.
Los productos básicos no energéticos, como los metales y minerales, los productos agrícolas y los fertilizantes, disminuirán un 5,1 % este año, lo que representa una revisión a la baja con respecto a la caída del 3,7 % pronosticada en enero.
Sobre los precios agrícolas, en concreto, el organismo crediticio revisó ligeramente a la baja su previsión de caída de precios debido a las perspectivas de que las cosechas de los principales productores estarán en los niveles adecuados, por lo que espera para todo 2016 un descenso del 4 por ciento respecto al año pasado.
Otro factor apuntado para la caída de los precios de los productos agrícolas básicos es los menores costos de la energía.
A causa del aumento constante de la oferta, se prevé que los principales índices de materias primas controlados por el BM se reducirán respecto al año pasado y, en el caso de los productos básicos industriales, incluidos energía, metales y los agrícolas, debido a las débiles perspectivas de crecimiento de los mercados emergentes y las economías en desarrollo, destaca el informe.
De manera global, los precios de la energía, incluidos el petróleo, el gas natural y el carbón, se reducirán un 19.3 % en 2016 respecto al año anterior, lo que supone frenar la caída en relación al 24.7 % pronosticado en enero.
Las proyecciones del BM apuntan a que los precios de los metales caerán un 8.2 % este año, por debajo del 10.2 % que pronosticaba en enero, lo que refleja “expectativas de un crecimiento más sólido de la demanda por parte de China”, asegura el informe.
Mirando ya a 2017, el Banco Mundial anticipa una “modesta recuperación de los precios de la mayoría de las materias primas a medida que la demanda cobra fuerza”, con el petróleo alcanzando los 50 dólares el barril “a medida que los mercados se equilibran”.
Los países productores de materias primas, muchos de ellos emergentes y en desarrollo, se han visto afectados por la caída de precios, que debilitan sus perspectivas de crecimiento, después de que muchos de ellos incrementasen la inversión y la producción durante el auge que experimentó este mercado en la década de 2000.
“Los países que han solicitado préstamos y hecho fuertes inversiones esperando un crecimiento más rápido pueden tener dificultades para atender el servicio de sus deudas y sostener la inversión cuando el crecimiento es desalentador”, indica el informe.
Para esos países, el BM recomienda más transparencia en la gestión pública, mayor eficiencia gubernamental y mejoras en los marcos macroeconómicos.
Aconseja también que los países “esperen a que los precios comiencen a aumentar nuevamente antes de poner en marcha nuevas iniciativas para el aprovechamiento de recursos naturales”, dice en el trabajo Ayhan Kose, director del Grupo de Análisis de las Perspectivas de Desarrollo del Banco Mundial.
tpc