Ante la falta de empleo y con la intención de obtener el sustento para sus familias; muchos son los habitantes de las distintas localidades que integran el municipio Moloacán, quienes se dedican a la captura de animales, como iguanas, tortugas, armadillos, pericos, loros y otras especies para comercializarlas, aunque esto representa un delito.
Las iguanas, tortugas y armadillos que son preparados en diferentes platillos, tienen costos que van desde 150 hasta los 300 pesos según su tamaño. Los loros y pericos que son sustraídos de sus nidos siendo polluelos lo cual no garantiza su supervivencia, son puestos en venta con precios que superan los 200 pesos.
En el caso de las iguanas y tortugas los consumidores muestran mayor interés por sus huevos, situación que pone en riesgo la existencia de las especies.
Llevar a cabo la captura de estos animales implica importante riesgo, las personas se adentran en la maleza, corriendo el riesgo de ser atacados por algún animal ponzoñoso, o sufrir algún otro accidente.
Una de las personas dedicada a este tipo de actividades, quien pidió la omisión de su nombre por temor a que las autoridades correspondientes tomen acciones en su contra, explicó que desde temprano se inicia el recorrido entre la maleza.
Buscan en pequeños cerros en donde existe tierra floja, lugar en donde las iguanas y armadillos tienen sus madrigueras, para realizar su captura utilizan perros de caza que siguen el rastro. Dijo que para facilitar la captura en muchas ocasiones realizan el trabajo durante la noche lo que incrementa el riesgo que los cazadores sufran algún accidente.
En el caso de la captura de las aves, los pobladores trepan altos arboles principalmente palmeras en donde se encuentran sus nidos, las aves son sustraídas siendo polluelos, inmediatamente son puestos en venta.
Señaló que tras llevar a cabo la captura de lagunas de las especies en mención, recorren las calles con mucha cautela para ponerlas en venta, o bien con anticipación ofrecen alguna que luego de ser capturada se abocan a entregar, con la intención de evitar ser descubierto por las autoridades policiacas.
Agregó que muchas personas los capturan para alimentar a sus familias, esto debido a que en ocasiones no hay ciudadanos en interesados en comprarlos, por lo que los cocinan.
“No hay trabajo, esta es una de las formas en que muchos como yo podemos alimentar a nuestras familias, vendemos las especies, sino lo conseguimos pues nuestras mujeres las cocinan y ahí tenemos la comida, ciertamente las especies están en peligro de extinción, pero que podemos hacer si no tenemos otra opción”, comentó un cazador.