Una comisión del Senado de Brasil aprobó el informe que recomienda la apertura de un juicio político con miras a la destitución de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, lo cual será decidido la semana próxima por el pleno de la Cámara alta.
El informe favorable a poner fin al mandato de la presidenta fue aprobado por 15 votos a favor y 5 en contra, y pasará ahora al pleno de los 81 senadores, que por mayoría simple definirá si la causa es archivada o si se instaura el juicio político, que en principio separaría a Rousseff del poder por 180 días.
La comisión senatorial que deliberó sobre la posible existencia de base jurídica para la apertura de un juicio contra Dilma Rousseff inició esta mañana su votación para definir el futuro de la mandataria.
La comisión tiene 21 miembros de todos los partidos representados en el Senado, votó un informe del instructor del caso, Antonio Anastasia, que recomienda la instauración del proceso, ya que, en su opinión, se cumplen todos “los requisitos legales”.
Según Anastasia, la denuncia, sustentada en unas maniobras fiscales irregulares en las que el gobierno incurrió en 2014 y 2015, presenta los requisitos “exigidos por la legislación en vigencia, y especialmente por la Constitución Federal, para ser recibida”.
El instructor adelantó que su voto “es por la admisión de la denuncia con la consecuente instauración de un proceso de ‘impeachment’, la apertura de un plazo para que la denunciada responda a la acusación y el inicio de la fase de instrucción del proceso” que puede llevar a recortar el mandato de la presidenta.
Si el informe elaborado por Anastasia tras escuchar los testimonios de la acusación y de la defensa es aprobado, será remitido al pleno del Senado, que la semana próxima decidirá si se inicia el juicio contra Rousseff.
En caso de que la mayoría simple entre los 81 senadores del pleno se incline por instaurar el juicio político, Rousseff será separada del cargo durante los 180 días que puede durar el proceso.
En ese período, sería sustituida por el vicepresidente Michel Temer, con quien está enemistada hace meses y que ya ha comenzado a articular la composición del Gobierno que puede asumir una vez que la mandataria sea notificada oficialmente del inicio del juicio.