En el marco del Día de las Madres, el obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, oró por las mujeres que día a día luchan para sacar a sus familias adelante, por las madres solteras, por las que están enfermas y por las que no tienen un trabajo, pero también por las que tienen hijos desaparecidos.
Dentro del mensaje que envió a la feligresía, el jerarca eclesiástico pidió por las madres solteras, por aquellas que están enfermas y por las que no cuentan con un trabajo; sin embargo el mensaje más significativo fue el pedir la oración por las madres de los desaparecidos, no sólo de la región o el estado, sino de todo el país.
Cervantes Merino invitó a los presentes a orar por las mamás, por aquellas que dolidas por diversas circunstancias han dejado de lado su labor, así también porque continúen inculcando valores a las nuevas generaciones.
“Se requiere de un mundo nuevo, ya que vivimos en una sociedad corrupta, ladrona y tramposa, así como impune, y en eso las madres son las que más se esfuerzan en dar valores a sus hijos”, dijo.
El obispo de Orizaba indicó que las madres son quienes animan y estimulan a sus hijos a salir adelante cuando fracasan en algo, además de que les ofrecen su apoyo, pues siempre tienen los brazos abiertos y continúan dando amor incondicional.
Monseñor Cervantes Merino replicó las palabras que el Papa Juan Francisco dio, cuando señaló que las madres son el antídoto más fuerte ante la difusión del individualismo egoísta, ya que son quienes ofrecen testimonio de la belleza de la vida.
El obispo de la Diócesis de Orizaba dijo que sin duda, una sociedad sin madres de familia seria una sociedad inhumana, ya que ellas saben ofrecer siempre, incluso en los peores momentos, la ternura, la entrega y fuerza moral.