“La Madre.”
La literatura casi siempre es producto de la realidad y sus circunstancias, muchas de las grandes obras literarias hoy consideradas clásicas, nacieron de los difíciles momentos que les tocaron vivir a sus creadores, uno de los casos más famosos de la literatura realista se encuentra en la novela titulada: La Madre, obra del escritor ruso Máximo Gorki (1868-1936).
Al momento de conocer parte de la biografía de Máximo Gorki y una vez leída la novela: La Madre, fácilmente se percibe lo que en la literatura rusa llamaron el realismo socialista, porque gran parte de la novela está centrada en presentar, promover y difundir al socialismo como una forma de vida, incluyendo como es de esperarse la fuerte crítica al sistema capitalista y a la forma dictatorial de los gobiernos rusos.
El contexto en que se escribió la obra explica claramente lo antes apuntado, la novela fue publicada en el año 1907, diez años después estalló la Revolución de 917 donde se instauró el modelo socialista como forma de Gobierno en Rusia. Máximo Gorki fue un ferviente miembro y defensor del socialismo, las circunstancias de su vida fueron muy difíciles, siendo niño su padre murió y cuando tenía entre diez y once años de edad murió su madre, con la pérdida de su madre Gorki llevó una vida sufrida, gran parte de las experiencias vividas y sus ideas sobre la vida, la política, la religión, los sistemas económicos, etc. las encontraremos en su abundante obra producida, y uno de los ejemplos más conocidos se encuentra en: La Madre.
La novela parte de un hecho real sucedido en el año 1902, donde: “Máximo Gorki participó en la manifestación del barrio fabril de Sormovo que con motivo del 1º de mayo, convocó el Partido Socialdemócrata. Los principales organizadores del acto fueron el obrero Piotr Zalómov y su madre Anna Kirílovna, mujer iletrada que sirvió de modelo para la heroína de La Madre.”
Partiendo del hecho antes señalado, Máximo Gorki en la novela dará vida a un personaje emblemático llamado Pelagueia Nilovna, quien es madre de Pável Vlásov, en toda la historia Pelagueia será nombrada por todos los personajes como La Madre. Pelagueia fue obligada por su padre a casarse cuando tenía veinte años de edad con un hombre que no amaba, su padre le dijo que todas las mujeres tenían que casarse y atender a sus esposos y ella no sería la acepción, La Madre vivió con su esposo llamado Mijael Vlásov veinte años de amargura, violencia, humillaciones, y miedo, un día que Mijael intentó golpear a su esposa, Pável el único hijo de la familia se interpuso y amenazó con un marro a su padre.
Una vez que Pável defendió a su madre, Mijael nunca más volvió a dirigirle la palabra a esposa e hijo. Dos años después Mijael murió y Pável ingresó a trabajar a la fábrica donde había trabajado su papá para mantener a su madre. La Madre con el transcurso de los meses se extrañaba sobre la conducta de su hijo, pensaba que no era un joven normal porque no bebía, le entregaba completo el dinero ganado, era respetuoso con ella, se preocupaba por su bienestar, la ayudaba en los quehaceres de la casa, además, tenía un raro gusto por la lectura.
Entre más pasaba el tiempo más misteriosa era para La Madre la conducta de su hijo, un día se le acercó y le preguntó qué era lo que leía, el hijo le confesó que eran libros prohibidos, libros que le enseñaban a conocer la verdad, libros que le quitaban la venda de los ojos y le mostraban que todos ellos no eran pobres por desgracia o mala suerte, que todo era producto de un sistema de Gobierno injusto, corrupto, explotador, que los mantenía en la miseria a todos y ricos a unos cuantos, e incluso le dijo a su madre que en próximos días recibiría en su casa visitas de camaradas que leían igual que él, y conformarían un grupo con el objetivo de difundir la literatura de estos libros prohibidos que enseñaban la verdad.
Los camaradas de Pável llegaron y se hizo costumbre las reuniones en la humilde casa de La Madre, se discutían temas sobre el origen de la desigualdad, la propiedad privada, etc. La Madre atendía gustosamente a los camaradas de su hijo y no veía nada malo en las reuniones. Pronto en el pueblo se empezó a rumorar que en la casa de La Madre se hacían reuniones ocultas, que su hijo no creía en Dios, y que Pável terminaría en la cárcel o en Siberia. Al inicio La Madre tenía miedo sobre lo que se decía y sobre todo porque fuera a pasarle algo a su único hijo, a la única razón de su vida:
“Ella, enjugándose las lágrimas con el delantal, contestó suspirando: ¡Tengo miedo! –confesó ella. Pável se inclinó sobre su rostro y dijo en todo irritado, como el padre: ¡Ese miedo es la perdición de todos nosotros! y los que nos mandan se aprovechan de ese miedo para atemorizarnos aún más. La madre prorrumpió con angustia: -¡No te enfades! ¿Cómo no voy a tener miedo? me he pasado la vida entera temiendo… Tengo llena de temor el alma.”
Hasta lo aquí narrado apenas si es el inicio de la historia de esta magistral novela. Pável se convertirá en el guía del grupo, crearon un periódico donde denunciaban la tiranía, la esclavitud, promovían el socialismo y conforme va avanzando la historia, La Madre va cambiando su forma de pensar, se siente una mujer con derechos, útil, a los cuarenta años decide aprender a leer, su hijo convocó a una huelga contra la fábrica donde trabajaba, fue encarcelado, la madre continuó apoyando al movimiento, Pável salió de prisión, convocó a una gran marcha para el 1º de Mayo, será nuevamente aprehendido y La Madre siempre estará con el hijo.
Si bien la novela está centrada en el realismo socialista, Máximo Gorki en ésta obra nos presenta a una madre politizada en sus ideas, pero universal en su corazón, porque claramente se percibe que todo lo que ella hace, lo hace por su hijo, por el amor que siente por él, y casi al final de la historia cuando su hijo Pável es sentenciado, pronuncia un gran discurso que la hace sentirse orgullosa de él, horas después ese discurso clandestinamente fue impreso y La Madre era la encargada de difundirlo, cuando llevaba los periódicos a su destino y la policía secreta la perseguía, su miedo era enorme, pasó por su mente tirar los papeles y salir corriendo, pero en ese instante pensó: “Arrojar así la palabra de mi hijo, sangre de mi sangre.”
Correo electrónico: miguel_naranjo@nullhotmail.com