Miles de taxistas salieron hoy a las calles de las principales ciudades de Chile para protestar contra las empresas Uber y Cabify, que ofrecen servicio de transporte en vehículos particulares mediante una aplicación de internet.
Unos ocho mil taxistas, según medios locales, saturaron la calzada sur de la Alameda del Libertador Bernardo O’Higgins para repudiar la llegada a Chile de las empresas Uber y Cabify y entregar una carta a la presidenta Michelle Bachelet en el Palacio de La Moneda.
Los taxistas y taxis-colectivos se dirigieron al centro histórico de Santiago, desde varios puntos de la ciudad, haciendo sonar sus bocinas y enarbolando banderas chilenas, en una manifestación que podría repetirse en los próximos días.
Los inconformes alegan que los conductores y vehículos de ambas empresas no cumplen con las exigencias que la ley impone a los taxis, como revisiones técnicas mecánicas periódicas y una licencia de conducir profesional, entre otros puntos.
El presidente de la Confederación Nacional de Taxis Colectivos de Chile (Conatacoch), Héctor Sandoval, en compañía de otros dirigentes gremiales, entregaron una carta dirigida a la mandataria donde plantean su molestia por la operación en Chile de Uber.
En la misiva, los taxistas solicitaron la intervención del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) y del Servicio de Impuestos Internos (SII) para que fiscalicen a las firmas extranjeras de transporte, las cuales no pagarían impuestos en Chile.
También pidieron fiscalizar la relación entre las empresas y los conductores, además de determinar si los pasajeros cuentan con algún seguro que los proteja al interior de los vehículos particulares, entre otros puntos.
Sandoval enfatizó que Uber “llegó hace dos años a Chile y han estado infringiendo la ley y hoy tienen la aceptación de la gente que los usa y piensan que los van a defender”.
“Este problema lo tenemos que transformar en una oportunidad y si esto significa tener más tecnología y mejorar, nosotros estamos dispuestos a hacerlo”, sostuvo el líder gremial.
El presidente de la Confederación Nacional de Taxis de Chile (Confenatach), Luis Reyes, aseveró por su parte que la convocatoria de este jueves tuvo una “espectacular y gran adhesión” y estimó en 500 millones de dólares el aporte anual de los taxistas al fisco.
Las autoridades chilenas señalaron hace unas semanas que los vehículos que forman parte de Uber y Cabify son “piratas” y detallaron que 159 automóviles vinculados a esas dos empresas han sido retirados de circulación este año.
Mientras se desarrollaba la protesta, que dejó a parte de Santiago con una gran congestión vial y sin taxis, Uber realizó una promoción consistente en que las personas podían realizar esta mañana hasta dos viajes gratis por un valor máximo de 15 dólares cada uno.