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“Necesitamos hablar”, una vez más aparece la frase y sientes que tu estómago se encoge… Después de una larga plática, él termina la relación y te vuelves a hacer las mismas preguntas: ¿por qué siempre me dejan mis novios?, ¿qué ocurre conmigo?, ¿por qué no puedo tener una relación duradera?

Lo primero que tienes que hacer es analizar qué fue lo que pasó. Si ya es una constante el que siempre te dejen tus novios, quiere decir que hay algunas razones que generan este comportamiento y, si quieres acabar con esto, debes solucionar de inmediato.

¡Conócelas!

1. Eres muy conflictiva

Te enojas por todo. Eres tan estricta con tu pareja que te compara con su mamá. O, por el contrario, nada te hace feliz y siempre te estás quejando.

Estas son actitudes te catalogan como alguien conflictivo, y a nadie le agrada soportar por tanto tiempo esto. Mejor, evalúa las batallas que debes pelear, los temas que valen la pena discutir y sobre todo, reflexiona en qué es lo que te está molestando que no te permite sentirte a gusto.

2. Eres egoísta, demasiado individualista

Formar una pareja es ya un “nosotros”. Tus intereses pasan a un segundo plano; ahora debes pensar en lo que le interesa a los dos.

Te falta empatía con los demás y por lo tanto comprensión, esto te hace caprichosa y hasta inmadura. Incluso, puedes controlarlo para conseguir tus objetivos. Por lo mismo, no saber ceder y se debe hacer lo que tú dices, cuando lo dices.

3. No le haces sentir que es tu prioridad o alguna de ellas

Quizá no sabes cómo hacerle sentir a tu pareja que sí te importa; le dices “te quiero” pero no lo demuestras con tus actos.

4. Hay poco sexo

Tu pareja puede decirte que entiende que tengas muchos pendientes, mucho trabajo, mucho cansancio… pero en realidad, no le gusta no tener sexo con la mujer que desea.

5. Demasiado autosuficiente

Cuando una mujer siente que tiene el mundo a sus pies, no le importa lo que piensen los demás; es más, ve al hombre como “pasajero”. Y tu pareja no es desechable.

6. Eres dependiente

No puedes decidir nada sin él o no puedes estar sin él; requieres que te acompañe a todos lados y cuando no lo hace, o te enojas o mejor no haces nada. Y lo celas mucho porque te asusta perderlo.