Nuevas revelaciones de la prensa belga muestran cómo los servicios de inteligencia del país fallaron en la vigilancia de Salah Abdeslam, pieza clave en el grupo terrorista que atentó en París y Bruselas.
La televisión pública RTBF mostró que las autoridades belgas sabían desde enero de 2015 que Abdeslam mantenía contactos directos con Abdelhamid Abaaoud, presunto coordinador de los atentados de París, abatido por la policía francesa tres días después de esos ataques.
La información fue transmitida a la policía de Molenbeek días después del desmantelamiento de una célula terrorista en la ciudad de Verviers, al este de Bruselas.
El grupo, formado principalmente por hombres que habían combatido junto al grupo extremista Estado Islámico (EI) en Siria, era supuestamente comandado por Abaaoud y alistaba un ataque contra las fuerzas del orden en Bélgica.
Un informante de la policía de Molenbeek dijo que Abdeslam habría estado en contacto con Abaaoud en los días que precedieron la intervención policíaca en Verviers.
El sospechoso fue convocado a la comisaría local y dejado en libertad luego de un interrogatorio en el que alegó que no tenía noticias de su amigo de infancia desde hacía tres años.
La información sobre Abdeslam fue, asimismo, transferida a una instancia de la policía federal que realizó investigaciones preliminares, pero decidió suspenderlas en junio por falta de efectivos.
En los meses que se siguieron, Abdeslam efectuó numerosos viajes por Europa para transportar a los miembros del grupo terrorista que atentaría en París y alquiló viviendas utilizadas como escondites.
A tres semanas de los ataques en el suelo francés, el sospechoso publicó en su página de la red social Facebook una foto suya con una bandera del EI.
La iniciativa habría llamado la atención del Organismo de Coordinación para el Análisis de la Amenaza (Ocam, del francés), que habría alertado a los servicios de inteligencia y de policía belgas.
Sin embargo, no ha generado ninguna reacción, afirma la RTBF, con base en documentos confidenciales a los que ha tenido acceso.
Abdeslam fue detenido el 18 de marzo en su barrio natal de Molenbeek y extraditado a Francia el 27 de abril, donde responderá por participación en los atentados de París.
Aún no está clara su implicación en los ataques de Bruselas, de los que participó otro de sus amigos de infancia, Mohamed Abrini, igualmente buscado por los sucesos en Francia.
Además de Abrini, otros de los terroristas suicidas de la capital belga han tenido una importante participación en la ofensiva francesa, de acuerdo con los primeros elementos de las investigaciones.
El DNA de Najim Laachraoui, el segundo hombre en hacerse estallar en el aeropuerto internacional de Bruselas, fue identificado en todos los artefactos explosivos empleados en París.
Los otros dos suicidas, los hermanos Khalid e Ibrahim El Bakraoui, habrían alquilado viviendas utilizadas en los preparativos de ambos ataques.
En total, 130 personas fallecieron en los atentados del 13 de noviembre de 2015, en París, y otras 32 en los ataques del pasado 22 de marzo, en Bruselas.