La política monetaria de México tendría que ajustarse oportunamente si la volatilidad financiera global diera lugar a presiones sobre el tipo de cambio, la inflación y sus expectativas, dijo el subgobernador del Banco de México (Banxico), Javier Guzmán Calafell.
Este miércoles, los presidentes de las Reservas Federales de Atlanta, San Francisco y Dallas coincidieron en que la nueva subida de tipos de interés en Estados Unidos podría efectuarse en la reunión del Banco Central estadounidense del 14 y 15 de junio.
Para la siguiente reunión del Comité de Mercado Abierto, en junio, los mercados asignaron una probabilidad de incremento a la tasa de política en 12 por ciento desde el 4 por ciento observado antes de la publicación de dichas cifras económicas.
Sin embargo, algunos analistas consideran que la fecha más probable de este ajuste monetario será el mes de septiembre.
Ante ello, el funcionario del Banco de México dijo que es probable que en los próximos meses la política monetaria de México se vea influida en mayor medida por factores de naturaleza externa, en momentos en que el tibio desempeño económico local hace previsible que no existan presiones de demanda sobre los precios.
En tal sentido, Guzmán citó como los principales factores externos el eventual incremento de la tasa de referencia de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, así como la volatilidad que puedan generar eventos como una posible salida del Reino Unido de la Unión Europea o conflictos geopolíticos.
“Naturalmente, la política monetaria tendría que ajustarse con oportunidad en caso de que alguno de estos eventos diera lugar a presiones sobre el tipo de cambio, la inflación y las expectativas para esta”, dijo en la presentación.
El peso mexicano viene operando en días recientes cerca de sus peores niveles en los últimos tres meses y acumula una caída anual del 6.2 por ciento, aunque su impacto en el comportamiento de los precios en México sigue siendo reducido. La inflación interanual de México se moderó hasta abril a un 2.54 por ciento, su menor nivel desde diciembre.
Guzmán afirmó que las autoridades monetarias de México enfrentan actualmente una situación similar a cuando la Reserva Federal de Estados Unidos subió su tasa de interés de referencia en diciembre. Agregó que dada la apertura de la economía local, sus fuertes vínculos con Estados Unidos y el nerviosismo imperante en los mercados, un estrechamiento del diferencial de tasas de ambos países “podría generar movimientos desordenados de capital y riesgos para la inflación y la estabilidad financiera”.
Banco de México (central) mantuvo su tasa de interés de referencia en su última reunión a inicios de mayo, aunque sostuvo que no pueden descartarse nuevos episodios de volatilidad financiera mundial por lo que vigilará el desempeño del tipo de cambio y su eventual impacto inflacionario. Analistas encuestados por Reuters esperan un próximo aumento en la tasa de referencia hasta el tercer trimestre del año.
FED: EN JUNIO POSIBLE ALZA
Los presidentes de las Reservas Federales de Atlanta, San Francisco y Dallas coincidieron hoy en que la nueva subida de tipos de interés en Estados Unidos podría efectuarse en la reunión del Banco Central estadounidense del 14 y 15 de junio.
El presidente de la Fed de Atlanta, Dennis Lockhart, señaló que junio “podría ser desde luego un encuentro en el que se podrían tomar medidas”.
“En este momento, puede que los mercados sean más pesimistas que lo ciertamente soy yo”, agregó Lockhart en un evento organizado por el portal de noticias Politico en Washington.
Asimismo, John Williams, presidente de la Fed de San Francisco, afirmó que, en su opinión, “los datos se están alineando para montar un buen argumento para subidas de tipos en los próximos encuentros, no solo en junio, lo que significa que es una reunión viva” y que se discutirá activamente esta posibilidad.
La Fed elevó los tipos de interés en diciembre, por primera vez desde 2006, hasta el rango de entre 0,25 % y 0,50 %, como parte de la consolidación de la recuperación económica.
Sin embargo, y después de dar indicios de hasta cuatro subidas en 2016, rebajó sus expectativas por las dudas sobre la economía global a entre una y dos a lo largo de este año.
En la misma línea se expresó Robert Kaplan, presidente de la Fed de Dallas, quien dijo en un evento en Texas que la economía estadounidense es lo suficientemente robusta para justificar un alza en “un futuro no distante”, aunque reconoció que el ajuste sería muy gradual ante la incertidumbre global.
Ninguno de los tres cuenta con voto este año en las reuniones del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), órgano de la Fed que dirige la política monetaria, pero participan en los encuentros y expresan sus opiniones.