La iniciativa de ley del presidente mexicano Enrique Peña Nieto para legalizar los matrimonios del mismo sexo representa un “hito” hacia la igualdad marital en América Latina, sostuvo hoy The Washington Post.
“Para un país que continúa siendo predominantemente católico y para una región con una historia de costumbres conservadoras, el anuncio de Peña Nieto marca una evolución significativa“, afirmó el rotativo.
“Es la señal de un nuevo hito en el cambio gradual de América Latina hacia la igualdad en el matrimonio”, indicó.
The Washington Post hizo notar que la decisión de presidente mexicano es el más reciente signo de un giro liberal en sus políticas sociales.
Al respecto, recordó que Peña Nieto dio pasos para legalizar la mariguana en pequeñas cantidades y con fines medicinales, y remarcó que ambas iniciativas requieren aprobación legislativa.
Para The New York Times, la iniciativa del presidente mexicano constituye una nueva señal de los avances de México para romper añejos “tabúes” existentes en América Latina.
Argentina, Uruguay y Brasil ya permiten matrimonios del mismo sexo y la Suprema Corte de Colombia declaró el mes pasado que las parejas del mismo sexo gozan del derecho constitucional a contraer matrimonio, indicó.
“Con la adición de México, más del 70 por ciento de los latinoamericanos viven ahora en países donde el matrimonio del mismo sexo es permitido”, resaltó el New York Times.
Los Angeles Times destacó que la acción del presidente mexicano generó respaldo inmediato de los grupos gays y de derechos humanos que han promovido los cambios durante largo tiempo.
Asimismo, señaló que la iniciativa presidencial consagraría legalmente la decisión del año pasado de la Suprema Corte que había declarado inconstitucionales las leyes que impedían el matrimonio de personas del mismo sexo.
Ayer, el presidente mexicano firmó dos iniciativas de decreto para modificar artículos constitucionales y otras normatividades, a fin de combatir la discriminación y la homofobia.
Las iniciativas incluyen el reconocimiento de los matrimonios sin importar origen étnico, religión, género o preferencias sexuales, y la expedición de actas de nacimiento que reconozcan la identidad de género.