El gobierno argentino negó que haya una nueva epidemia de Gripe A pese a que ya se confirmó la muerte de por lo menos 11 personas, lo que obligó a incrementar las campañas de vacunación.
El director nacional de Epidemiología, Jorge San Juan, afirmó que no existe una epidemia como tal, y aunque reconoció que se han reportado casos en todo el país, advirtió que los pacientes que fallecieron no se habían vacunado.
“Tenemos once muertos confirmados, pero es una cifra que tiene aproximadamente tres semanas de retraso, posiblemente haya más”, dijo el funcionario durante una entrevista radiofónica.
Carla Vizzotti, directora Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles del Ministerio de Salud, explicó que la Gripe A “es un problema grave en términos de salud” porque “las personas adultas o con problemas de salud tienen riesgos de tener complicaciones y fallecer”.
Agregó que los síntomas suelen aparecer dos días días después de haberse producido el contagio, lo que se detecta por fuertes dolores musculares, decaimiento y fiebre.
La funcionaria diferenció el resfrío común de la Gripe A al señalar que esta se previene con una vacuna que genera las defensas necesarias en el organismo en dos semanas y que después protege durante todo el año.
Esta mañana se confirmó que uno de los pacientes contagiados es el gobernador de la provincia de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, lo que incrementó la preocupación por el avance de la enfermedad.
Por ello, el Ministerio de Salud recordó en un comunicado que la vacuna contra la gripe se encuentra disponible en los ocho mil 600 vacunatorios de hospitales y centros de salud públicos de todo el país, habilitados para aplicarla de forma gratuita a aquellas personas que integran los grupos de riesgo.
Las mujeres embarazadas en cualquier trimestre de gestación, los niños de entre seis meses y dos años y los ancianos son los grupos prioritarios que deben aplicarse la vacuna.