El Banco de México (Banxico) ajustó su estimación de crecimiento para 2017 a un rango de entre 2.3 y 3.3 por ciento, desde un rango previo de entre 2.5 y 3.5 por ciento, mientras que para este año su pronóstico es entre 2 y 3 por ciento, informó Agustín Carstens Carstens, durante la presentación del Informe Trimestral, enero-marzo 2016.
“Para 2017, debido al entorno internacional adverso, y en particular a la revisión a la baja de las expectativas de crecimiento para la producción industrial de Estados Unidos, el intervalo para el crecimiento del PIB se revisa ligeramente”, explicó el Gobernador del Banco de México.
En cuanto a las previsiones de creación de empleos para este 2016, el Banco de México ajustó sus previsiones de entre 590 mil y 690 empleos formales, desde los 610 mil 710 mil de su anterior informe.
A diferencia del pasado, dijo Carstens, las fluctuaciones del tipo de cambio recientes no han afectado a la economía.
“El Banco de México ha ponderado cuidadosamente los posibles efectos que factores tanto internos como externos podrían tener sobre la inflación y sus expectativas, con el objeto de definir la postura monetaria del tipo de cambio”, mencionó.
Analistas consultados por distintos medios financieros adelantaban que Banxico anunciaría un incremento en la tasa de interés, lo cual alentaría a los especuladores a dejar de apostar en contra de la moneda mexicana, que en lo que va de 2016 se mantiene casi en el fondo de la lista de las más depreciadas frente al dólar estadounidense, sólo por arriba del peso argentino, nación que recientemente atravesó también por una fuerte crisis política, de acuerdo con cotizaciones Banxico y Reuters.
Sin embargo, el Banco Central no incrementó la tasa de interés, aunque dijo que se mantendría vigilante del entorno internacional, especialmente de la decisión que tome la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.
Agustín Carstens también mencionó que las expectativas de crecimiento global siguieron revisándose a la baja y el comercio mundial continuó estancado, lo cual ha afectado a la economía mexicana.
De acuerdo con el informe presentado por Banxico, un mayor dinamismo del consumo privado en los próximos trimestres y que la implementación de las reformas estructurales tengan efectos favorables, podrían elevar el crecimiento de la economía mexicana.
En contraste los riesgos para el escenario de crecimiento económico de México podrían ser la posibilidad de que se acentué la desaceleración en el crecimiento mundial, en particular la de Estados Unidos, y que ante el entorno internacional más complejo las condiciones de financiamiento se tornen más astringentes, afectando los planes de inversión.
En cuanto a la inflación, el instituto central indicó que las condiciones inflacionarias en la economía continúan siendo favorables, de tal forma que la inflación oscila alrededor de la meta permanente, aunado a que las expectativas de inflación de mediano y largo plazos permanecen ancladas en dicha meta durante el resto de 2016 y 2017.
En particular, se espera que la inflación general anual se mantenga en los siguientes meses en niveles por debajo de 3.0 por ciento, aunque en los últimos meses del año podría superar de forma transitoria esa cifra.
Para el el déficit de cuenta corriente, el Banco de México prevé que será de 3.1 por ciento del Producto Interno Bruto este año, superior al 2.9 por ciento estimado anteriormente.
Este martes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que la balanza comercial de México presentó un déficit de 6 mil 65 millones de dólares en el mes de abril, principalmente por la caída anual en las exportaciones totales que fue de 7.8 por ciento.
En el mes en cuestión, el valor de las exportaciones de mercancías fue de 30 mil 416 millones de dólares, cifra que se integró por 29 mil 102 millones de dólares de exportaciones no petroleras y por mil 314 millones de dólares de petroleras.
Del total de la caída en las exportaciones en el cuarto mes de 2016, el 6.3 por ciento de los descensos corresponde a las exportaciones no petroleras y el 30.8 por ciento a las petroleras.
Al interior de las exportaciones no petroleras, las dirigidas a Estados Unidos retrocedieron 5.4 por ciento a tasa anual, mientras que las canalizadas al resto del mundo lo hicieron en 10.6 por ciento.
Mientras que las importaciones de mercancías alcanzaron 32 mil 495 millones de dólares, monto que implicó una variación anual a la baja de 1.7 por ciento. Dicha cifra fue resultado de caídas de 1.1 por ciento en las importaciones no petroleras y de 7.6 por ciento en las petroleras.
