Varios niños que viajaban sin la compañía de un adulto se cuentan entre los más de 700 migrantes que murieron la semana pasada en su intento por cruzar el Mar Mediterráneo, apuntó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
En un comunicado, el organismo internacional expresó su alarma ante las muertes de lo que se cree que eran niños que intentaban escapar de la violencia de sus países de origen en peligrosas rutas hacia Europa, en tanto que indicó que esta tendencia aumenta.
Explicó que la gran mayoría de los niños que cruzan por el Mediterráneo son adolescentes que emigran solos y que han enfrentado terribles abusos, explotación y posible muerte en cada uno de las etapas de sus viajes hacia una vida más segura.
Unicef calcula que un promedio de mil niños sin compañía adulta han ingresado a Italia cada mes durante el presente año, y espera que este número repunte durante los próximos meses.
“Las historias que he escuchado personalmente de niños haciendo este viaje son horripilantes. Ningún niño debería enfrentarlas. Sus vidas están en manos de traficantes a quienes nada importa más que el dinero”, dijo Marie-Pierre Poirier, coordinadora de Unicef para la crisis de refugiados en Europa.
De acuerdo con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de 700 migrantes murieron ahogados en su intento por cruzar el Mediterráneo durante la semana pasada, en lo que considera el periodo más intenso en este año en términos de la cifra de personas que buscan refugio en Europa.