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AP

La propuesta de Bernie Sanders de que se cambie el proceso de nominación para los candidatos a la presidencia parece tener un amplio apoyo del público estadounidense.

Mientras la tortuosa temporada de primarias se acerca a su fin, un sondeo del Centro de Investigación de Asuntos Públicos de Associated Press-NORC reveló que los estadounidenses tienen poca confianza en el sistema demócrata o republicano para seleccionar a los candidatos.

Los votantes, prefieren primarias abiertas a comicios limitados a miembros del partido, primarían las elecciones primarias antes que las asambleas de partido o caucus y se oponen a la existencia de superdelegados, que tienen una influencia considerable en la carrera demócrata.

“Es como tener unas elecciones amañadas”, dijo Nayef Jaber, de 66 años, un partidario de Sanders de San Rafael, California. “Se supone que debe ser un hombre, un voto. Así es como debe ser”.

El 38 por ciento de los estadounidenses dijo no tener casi ninguna confianza en que el proceso del Partido Demócrata para elegir a un candidato sea justo, y el 44 por ciento dijo lo mismo sobre el proceso del partido Republicano, indicó el sondeo. Además, aproximadamente 4 de cada 10 dice que sólo tiene algo de confianza en el proceso de nominación de cada partido.

Apenas el 17 por ciento de los republicanos y el 31 por ciento de los demócratas dijo tener mucha confianza en que el sistema de su partido sea justo.

“Hay que incluir más a la gente corriente”, dijo Gwendolyn Posey, de 44 años, una votante independiente registrada de Sparks, Oklahoma, que dijo que no pudo votar por el republicano Ted Cruz porque no pudo cambiar su registro a republicana a tiempo.

Cambiar el proceso se ha convertido en un lema de campaña para el senador de Vermont, que ganó en 20 estados y tiene pocas o ninguna posibilidad de alcanzar a su rival Hillary Clinton en votos o delegados. Aun así, espera influir en el partido y abrir un debate sobre las normas. No es el único que ha criticado al sistema: el probable candidato republicano, Donald Trump, ha descrito el proceso republicano como “amañado”.

Los dos partidos tienen complejos mecanismos para elegir a sus candidatos a la Presidencia, y cada estado celebra caucus o elecciones con normas diferentes. Los aspirantes consiguen delegados que los apoyen en las convenciones de partido del verano, y necesitan un número mínimo para obtener la candidatura.

Los demócratas introdujeron a los superdelegados en 1982 para asegurarse de que la cúpula del partido influye en el nombramiento. Al dar más voz a miembros clave del partido, sus líderes esperan evitar lo que algunos consideran como el error de 1972, cuando George McGovern obtuvo la candidatura pero resultó ser un débil candidato en las generales.

En torno al 15 por ciento de los delegados de este año son superdelegados y las voces críticas afirman que este grupo ha dado ventaja a Clinton. Sin embargo, la aspirante tiene una amplia ventaja sobre su rival incluso sin contar los superdelegados.

Los republicanos no tienen una figura equivalente a los superdelegados, pero cada estado tiene tres miembros del Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglas en inglés) como parte de su delegación. En la mayoría de los estados, esos delegados están sujetos al resultado de las primarias.

Los partidarios de Sanders están especialmente molestos por el empleo de los superdelegados, que pueden apoyar a cualquier candidato en la convención independientemente de lo que votara la gente en las primarias y asambleas.

El 53 por ciento de los estadounidenses dijo que el empleo de los superdelegados demócratas es mala idea, según la encuesta, y sólo el 17 por ciento lo veía como una buena idea. Entre los demócratas, el 46 por ciento dijo que era mala idea y sólo el 25 por ciento lo veía como buena idea.

Sanders también ha pedido más primarias abiertas, criticando a los estados que no dejan participar a los votantes independientes, así como los que requieren que la gente se registre con un partido por adelantado. Los estadounidenses eran más propensos a decir que las primarias abiertas son más justas que las cerradas, con un 69 por ciento frente a un 29 por ciento que opinaba de otro modo.

También los caucus son impopulares entre mucha gente. Suelen ser reuniones prolongadas organizadas a una hora fija, a diferencia de las primarias, que sólo requieren detenerse un momento en un centro de votación, o votar por adelantado. Los encuestados dijeron preferir las primarias en un 81 por ciento frente al 17 por ciento que discrepaba, con abrumadoras mayorías tanto entre demócratas como entre republicanos. Sanders, sin embargo, ha tenido buenos resultados en caucus, debido en parte a que sus seguidores están dispuestos a invertir el dinero en ello.

En cuanto al futuro, ambos bandos han hablado sobre posibles cambios. Los partidarios de Sanders en varios estados han pedido cambiar las normas sobre superdelegados en las convenciones, aunque una auténtica reforma tendría que hacerse a nivel nacional. El proceso podría no comenzar hasta el año que viene, indicó Raymond Buckley, Presidente del Partido Demócrata en New Hampshire, que sirve en el comité de normas de la Convención Nacional Demócrata.

En el bando republicano, los cambios podrían debatirse en la Convención Nacional Republicana de Cleveland, aunque el miembro del RNC Randy Evans, que sirve en el comité de normas, dijo que es más probable que los republicanos analicen posibles cambios con más detenimiento después de la convención. Una crítica especialmente importante, señaló, es que el proceso actual no garantiza que los delegados obtenidos en las primarias se mantengan fieles en la convención.