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Con información de Lifeder

Seguramente te ha pasado que estás en un momento del día donde sientes que te derrites por tanto calor y lo único que encuentras como solución, es un baño con agua fría.

Nuestro raciocinio nos dice que el darnos un regaderazo con agua fría, hará que nuestra temperatura baje y por lo tanto, sintamos menos calor; sin embargo, el hecho de bajar bruscamente la temperatura del cuerpo, hará que nuestro organismo intente compensar el cambio brusco de temperatura y aumente la sensación de sofoco.

Nuestro cuerpo necesita tener 36,5ºc de temperatura para cumplir con sus necesidades fisiológicas, y este proceso, que implica un gasto de energía, se acompaña de una mayor sensación de calor. Así que antes de abrir la llave del agua fría y alistarte para ese baño “refrescante”, ten en cuenta que los expertos del Florey Institute of Neuroscience and Mental Health recomiendan beber una taza de té caliente cuando sientas más calor, ya que estimularás la sudoración, el mejor mecanismo con el que cuenta el cuerpo humano para refrigerarse.

Desde luego que tomar un baño con agua fría es bueno cuando acabas de hacer ejercicio intenso, ya que ayudarás a que tus músculos se regeneren.