• Campeón nacional y centroamericano de tenis de mesa y quinto lugar latinoamericano, está listo para superar sus logros este mismo año.
Tiene once años de edad, cursa quinto año de primaria, pero ya es campeón nacional y centroamericano de tenis de mesa y quinto lugar latinoamericano, y se reporta listo para igualar y superar sus propias marcas, en junio, julio y octubre próximos. Es xalapeño, se llama Ernesto Castro Hernández y se prepara para ser un deportista de alto rendimiento.
Luego de reunirse con el alcalde Américo Zúñiga Martínez, para presentarle su biografía deportiva y agradecerle el apoyo que da a los jóvenes, acompañado por sus padres, Oralia Hernández Benavides y Rogelio Castro Crespo, reconoció en el tenis de mesa un deporte que le exige pensar, que es de estrategia, por eso entrena de cuatro a cinco horas diarias, de lunes a sábado.
De excelentes calificaciones e identificado con las matemáticas, Rogelio se declara listo para participar en la próxima Olimpiada Nacional Escolar de la Educación Básica, del 12 al 16 de junio, en Mazatlán, Sinaloa; en el Campeonato Centroamericano, del 6 al 9 de julio, en San José, Costa Rica, y en el Campeonato Latinoamericano, en Lima, Perú, del 25 al 30 de octubre.
Su madre se dice muy orgullosa de él: es muy dedicado, organizado y disciplinado y siempre logra lo que se propone. Está al pendiente de sus entrenamientos, campamentos y torneos. Por eso el cuidado de su salud es puntual. Prefiere ir al cine y los juegos de mesa, aunque tiene poco tiempo para estar en casa, porque entrena y viaja mucho.
El consejo que da los papás es que disfruten a sus hijos “y no proyecten en ellos lo que no pudieron ser o hacer. Tratamos de hacerle ver el deporte como algo para disfrutar, que los va haciendo disciplinados y constantes y que los mantiene ocupados desde chicos, porque un deportista más es un delincuente menos”.
Reconoció que “los padres siempre tenemos ocupaciones, pero es necesario que haya tiempo de calidad para ellos. Cada fin de semana hagan actividades recreativas en familia. El vínculo entre padres e hijos forma personas de bien”.
Para el padre, don Rogelio, de profesión arquitecto, lo más satisfactorio es una victoria en un torneo o competencia local o internacional. “Disfrutamos desde verlo en sus entrenamientos. Este deporte exige mucha constancia y sacrificio. Lleva una disciplina que él mismo se ha formado, desde la puntualidad al llegar al entrenamiento. No hace a un lado la escuela, todas las actividades que no desarrolla en clase las lleva a cabo en casa. Le gusta luchar por el 10, igual que en una competencia”.
El tenis de mesa, deporte en el que los papás de Rogelio se han vuelto especialistas, es deporte nacional en países como China, Alemania, Suiza y Suecia, pero en México es poco conocido. Por ello, la familia Castro Hernández prepara un proyecto para su difusión y promoción en Xalapa.