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Excélsior

México adoptó en la ONU una declaración política en que se compromete, junto con la comunidad internacional, a terminar para el año 2030 con la epidemia de VIH-sida como una amenaza para la salud pública en el mundo.

La declaración fija una serie de metas específicas para 2020, con el fin de erradicar la epidemia de sida en el marco del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, adoptados en septiembre pasado.

El secretario de Salud de México, José Narro Robles, apuntó en su intervención en la Asamblea General que el mundo ha logrado progresos notables en las últimas dos décadas, al convertir este padecimiento en un síndrome crónico y aumentar la calidad de vida de quienes lo padecen.

Ahora “existe la posibilidad real de detener en 2030 la epidemia de este padecimiento. Esto sólo se conseguirá si se mantiene el esfuerzo realizado, si se acelera el reforzamiento de las acciones que han mostrado tener el mayor impacto”, afirmó.

En su intervención, el funcionario mexicano subrayó también que la erradicación del VIH-sida como una epidemia de salud, dependerá de redoblar la solidaridad con las naciones más afectadas por este flagelo y con las de menos recursos.

Destacó que es preciso nombrar y evitar discriminar a las poblaciones más afectadas: hombres que tienen sexo con hombres, personas transexuales, trabajadores sexuales y usuarios de drogas inyectables.

Precisó asimismo que es imperativo eliminar normas que favorecen la discriminación.

En entrevista con Notimex posterior a su intervención, Narro explicó que México se enfocará de manera particular en los jóvenes debido a que personas de 15 a 29 años concentran la mayor parte de las nuevas infecciones.

Narro puntualizó que el reto para México es identificar a quienes padecen la enfermedad, en especial en las poblaciones que no son las que tradicionalmente corren más riesgos, y que a menudo desconocen que son portadores del virus de inmunodeficiencia humana (VIH).

“En México, una de cada tres personas que padecen la infección no lo sabe, no los tenemos identificados y no cuentan con diagnóstico”, reveló.

El funcionario resumió el plan de México como 90-90-90, que se refiere a contar en los próximos años con diagnósticos para el 90 por ciento de la población, que 90 por ciento de los afectados cuenten con tratamiento y que 90 por ciento tenga supresión viral.

El funcionario aceptó que el reto para alcanzar estas metas es presupuestario, por los costos de los diagnósticos a la población abierta y de los tratamientos a las personas que padecen el virus.

De acuerdo con el compromiso de la ONU, la comunidad internacional se comprometió a reducir las transmisiones de VIH de los 2.1 millones que se reportaron en 2015 a menos de 500 mil para el año 2020.

Asimismo, la comunidad internacional se comprometió a reducir el número de personas que mueren cada año de enfermedades relacionadas con el sida de 1.1 millón en 2015 a menos de 500 mil en 2020, así como eliminar toda discriminación asociada a este padecimiento.

Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA, declaró que el mundo tiene ahora la oportunidad de terminar la epidemia que ha definido a la salud pública durante una generación.

“El compromiso de cero nuevas infecciones de VIH, cero muertes relacionadas con sida y cero discriminación ofrecerán un trampolín para la implementación de una agenda socialmente justa, innovadora y basada en la evidencia que termine con la epidemia del Sida para el 2030”, dijo Sibidé.