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EFE

Conocida como el “Davos de las mujeres”, la Cumbre Global de Mujeres (Global Summit of Women) reúne desde ayer, jueves, y hasta el sábado en Varsovia a más de mil profesionales y directivas en la cima de la pirámide laboral y siguen preocupadas por mejorar una sociedad todavía “muy masculina”.

Desde arriba, desde los puestos de mando que ocupan por lo general hombres, estas mujeres debaten nuevas oportunidades de negocio y hacen contactos, mientras analizan cómo facilitar el ascenso profesional de millones de ellas que ven cómo las reglas sociales o la falta de valoración cortan sus alas.

La consultora Socorro Fernández Larrea, la notaria Inmaculada Fernández Martos o la ejecutiva Ester Pérez Bravo son algunas de las 65 mujeres de la delegación española en este foro, y no dudan en mostrar su preocupación por una cuestión que consideran esencial para el futuro del país, especialmente ante los bajos índices de natalidad: la conciliación laboral y familiar.

“La conciliación es complicada y además se ve como un tema que sólo afecta a la mujer, cuando es una cuestión vinculada a toda la sociedad y que debería solucionarse con la participación de todos”, explican estas profesionales, que proponen como receta para remediar esta situación más educación, acabar con los estereotipos, horarios europeos y cambios legislativos profundos.

¿Y qué opinan estas profesionales de actos como el protagonizado por la diputada de Podemos, Carolina Bescansa, cuando llevó a su bebé al Parlamento? Las tres coinciden en su respuesta: “frivolidad”, “hacer un circo de un problema”, “banalización de una asunto muy serio” y “flaco favor a las mujeres”.

Además de la conciliación, la agenda de este foro ha abierto otros debates entre profesionales que buscan acelerar la incorporación de la mujer a los puestos de decisión, incrementar sus oportunidades en la economía digital o facilitar que se lancen a la aventura de emprender.

La nueva economía digital supone una oportunidad para todos, pero es la mujer la que “está jugando un papel relevante” en este nuevo escenario, asegura otra ejecutiva, la mexicana Judith Vila.

La nueva economía digital facilita la conciliación pero, sobre todo, ofrece a las mujeres nuevas vías de contacto y más canales de financiación para sus proyectos como el “crowfunding” o los “business angels”, en muchos casos con mujeres detrás.

“Las mujeres se están llevando aproximadamente el 60 % de la financiación”, puntualiza la consultora Socorro Fernández.

“La mujer es más práctica, asume riesgos más controlados y en cierto modo es más de fiar”, apunta Ester Pérez Bravo.

De nuevo en Latinoamérica, una de las pioneras de la paridad laboral, la colombiana Luz María Jaramillo, se muestra satisfecha con las políticas de su Gobierno para impulsar la igualdad entre hombres y mujeres en el trabajo, aunque reconoce que todavía queda mucho por hacer y sitúa al “machismo” como el principal escollo al que se enfrenta la mujer en su lucha por ascender.

La empresa que preside, Pavimentos Colombia, una compañía que nació con una plantilla con la mitad de empleados de cada sexo, ha sido reconocida por la ONU como una de las más destacadas en políticas de igualdad en ese continente.

Tanto en Colombia, como en España o México, la mayoría de las estudiantes universitarias son mujeres (el 60 % en España), y los expedientes más brillantes suelen corresponder a chicas.

Sin embargo, esta prevalencia educativa no se traslada a la alta dirección en las empresas, donde hay muchos menos mujeres (entre un 12 y un 13 % en España) que hombres, al igual de lo que sucede en los consejos de administración (entre un 16 y un 19 %).

Este foro de negocios lleva un cuarto de siglo buscando cómo ampliar las oportunidades económicas para las mujeres mediante el intercambio de ideas y estrategias, y a la vez que sirve de punto de encuentro para directivas, políticas, activistas y emprendedoras de todo el mundo.